CaixaBank finalmente ha desvelado el valor que asume en la absorción de Bankia, tras la aprobación de los consejos en en día de ayer. La entidad catalana creará un nuevo campeón nacional tras asumir un precio de 4.300 millones, es decir, con una prima superior a más del 35% de la cotización del grupo nacionalizado en la jornada que se anunciaron las conversaciones para la fusión. La prima es del 20% sobre la ecuación de canje a cierre del 3 de septiembre, antes de que se hicieran públicas las negociaciones, y del 28% sobre la media de ecuaciones de canje de los últimos tres meses. Tras estas cifras, la bolsa ajusta precios a partir del canje de tal manera que las acciones de Bankia ceden posiciones en torno a los 1,4 euros, mientras que las de CaixaBank permanecen por encima de los dos euros.
CaixaBank, además, ha desvelado que la integración generará unos ahorros de costes de 770 millones a partir de 2022, gracias al ajuste de personal que aún no ha cuantificado. El grupo nacerá con una solvencia de entre el 11,6 % y se ha marcado el objetivo de alcanzar una rentabilidad sobre recursos propios tangibles (RoTE) del 8% a partir de 2022.
Con estas expectativas, el nuevo banco podría llegar a ganar 2.600 millones aunque, durante la presentación a los analistas, el primer ejecutivo Gonzalo Gortázar ha resaltado que "estos son cálculos del mercado, no son objetivos".
La operación se instrumentará a través de una ecuación de canje, por la que los accionistas de Bankia percibirán un 0,68 acciones de CaixaBank por cada una que tengan. De esta manera, el Estado, a través del Frob, se quedará con una participación del 16%, mientras que la Fundación La Caixa, del 30%, tal como estaba previsto en los últimos días.Para ello, esta institución tendrá que invertir previamente acciones para mantener este porcentaje y lograr beneficios fiscales. La Fundación, que ostenta la participación, a través de Criteria, ha señalado que adquirirá 25 millones de títulos en el mercado, con un precio actual de 51 millones de euros a precios de mercado, para mantenerse por encima de dicho umbral.
Para llevar a cabo la transacción, CaixaBank emitirá nuevos títulos, 2,8 millones, ampliando así su base de capital. La valoración de Bankia se ha fijado en 1,41 euros por acción, frente a los 1,04 euros que cotizaba el 3 de septiembre, cuando se conocieron las conversaciones. En el día de ayer cerraron a 1,44 euros.
De esta manera, el grupo catalán tendrá inicialmente un peso del 74,2 % del nuevo grupo, mientras que el madrileño, de un 25,8% restante, algo más de lo que se esperaba inicialmente.
Los 4.300 millones que ha asumido CaixaBank en la fusión son muy inferiores a los 24.000 millones inyectados por el Estado en el rescate a Bankia en 2012. Ahora, el Gobierno (que estará sentado en el consejo a través de un representante) intentará recuperar parte de estos a través de la venta del 16% que ostentará en el campeón nacional y con los dividendos que se repartan.
Según explica en un documento remitido a la CNMV, el banco resultante confía en que la mejora de la rentabilidad ayude a aumentar la retribución a los accionistas una vez se despejen las incertidumbres derivadas de la pandemia. Hasta ahora, CaixaBank tenía un compromiso de repartir el 30% de las ganancias entre sus socios con cargo a los resultados de 2020, un pago que está sujeto a las restricciones del BCE. Gortázar ha indicado a los analistas que se mantiene dicha promesa, con expectativas de que suba por el aumento de los resultados.
Para alcanzar estos ahorros de gastos, la principal palanca para elevar la rentabilidad, CaixaBank una vez se cierre la integración (en el primer trimestre de 2021), prevé destinar 2.200 millones para el ajuste de plantilla. Los analistas calculan que se despedirán a 8.000 de los 51.000 trabajadores del nuevo grupo. Además, reservará 700 millones para elevar las coberturas contra pérdidas crediticias y guardará otra hucha de 500 millones para otra serie de gastos.
Ingresos adicionales
Con estas ahorros, la nueva CaixaBank (que es la marca con la que operará el grupo resultante) y con unos ingresos extra de 290 millones que aportará la operación, confía en incrementar el beneficio por acción en un 28% sobre las estimaciones del mercado para 2022. Este aumento de la facturación provendrá sobre todo del negocio de seguros, debido fundamentalmente a la ruptura de los acuerdos que tiene Bankia ahora con Mapfre. El grupo catalán asegura que los contratos van a ser renegociados. Barclays calculó que el fin de la alianza supondría hasta 600 millones en concepto de indemnización.
Sede social en Valencia
La sede social de la entidad estará ubicada en Valencia, mientras que contara con dos cuarteles operativos, uno en Madrid y otro en Barcelona. Los consejos de administración volverán a sentarse en octubre para poner fecha a la juntas de accionistas en noviembre. Será entonces cuando el Frob dé a conocer su posición, aunque se prevé un foto favorable, ya que el acuerdo de fusión fue cerrado el pasado martes por la ministra de Economía, Nadia Calviño y el presidente de Criteria, Isidro Fainé.
El nuevo grupo echará andar con un volumen de activos de 660.000 millones y será líder en España con cuotas de mercado de entre el 25 y el 29% de media, aunque en algunos segmentos estos porcentajes llegarán al 40%.
Gortázar: "Casarte en tiempos difíciles hace más exigente elegir con quién"
Gortázar, que ha explicado la operación a los expertos junto al presidente del banco resultante, José Ignacio Goirigolzarri, ha destacado que la integración se produce porque "el entorno actual es más exigente debido a la pandemia" y que "casarte en tiempos difíciles hace más importante elegir con quién", poniendo así en valor a Bankia.
Goirigolzarri, por su parte, ha subrayado la capacidad con la que nacerá la entidad, y ha dado por sentado que se cumplirán las aspiraciones de sinergias de costes. "No son un mito y las vamos a lograr".