
Pedro Sigüenza, actual consejero delegado de Sacyr Ingeniería e Infraestructuras, se mantendrá al frente de esta división tras la integración de Sacyr Industrial. El grupo que preside Manuel Manrique simplificado su estructura con la unión de sus dos áreas de EPC (ingeniería y construcción), en un paso más de la compañía en su estrategia enfocada hacia el negocio concesional y en un contexto en el que la actividad del negocio industrial, con el mercado del petróleo a la baja, ha limitado sus oportunidades.
Con esta reorganización, que tendrá que ser ratificada por los órganos de gobierno de Sacyr en las próximas semanas, la estructura operacional del grupo se reduce a tres divisiones: Sacyr Ingeniería e Infraestructuras, Sacyr Concesiones y Sacyr Servicios. El hasta ahora consejero delegado de Sacyr Industrial, Gonzalo García San Miguel, permanecerá al frente de esta actividad reportando directamente a Sigüenza.
Sigüenza está al frente de Sacyr Ingeniería e Infraestructuras desde hace dos años, cuando sustituyó a José María Orihuela, hoy consejero delegado de Duro Felguera. Hasta entonces, había liderado, precisamente, Sacyr Industrial.
Esta simplificación de la estructura "conllevará unas mayores sinergias entre las tres áreas" del grupo
La simplificación de la estructura, según señala Sacyr en un comunicado "está perfectamente alineada con el programa estratégico" de la multinacional española "de convertirse, cada vez más, en un grupo de perfil marcadamente concesional, con la aportación de dos grandes divisiones, ingeniería e infraestructuras y servicios, que permiten una integración vertical del negocio más efectiva para los clientes".
Además, esta simplificación de la estructura "conllevará unas mayores sinergias entre las tres áreas, unos mayores beneficios por las economías de escala y por tanto una mayor eficiencia". Para Sacyr, este nuevo modelo organizativo es "más ágil, más compacto y totalmente enfocado a los objetivos del grupo a largo plazo (aumentar la rentabilidad y la sostenibilidad económica, financiera y ambiental), seguirá incidiendo en el control de los riesgos en todas las fases de los proyectos y la generación de caja".
La división Sacyr Industrial quedará enmarcada dentro de Sacyr Ingeniería e Infraestructuras, que "integrará la importante experiencia acumulada por la primera durante los últimos años". Entre otros se han ejecutado proyectos exitosos como la refinería de La Pampilla en Perú, la planta regasificadora de Cartagena de Indias en Colombia, proyectos gasistas en Bolivia y Perú, plantas industriales en Bolivia y Ecuador, la desaladora de Sohar en Omán, la planta de tratamiento de residuos de Melbourne y la red de regadío NAIS en Australia.
Apuesta por renovables
Esta integración en una división con mayores capacidades "permitirá proporcionar un impulso a las actividades de construcción de plantas de generación de energías de fuentes renovables y las relacionadas con la economía circular (ingeniería del agua especialmente desalación, reciclado y tratamiento de residuos sólidos urbanos, reutilización de materiales, etc.) en las que Sacyr cuenta con tecnologías de primer nivel mundial". Además, mantendrá su actividad de ingeniería y ejecución de proyectos llave en mano de plantas de oil & gas y redes eléctricas.
Recientemente, Sacyr lanzó una nueva línea de negocio focalizada en el desmantelamiento de plantas industriales, un nicho de negocio en el que España ofrecerá relevantes oportunidades en los próximos años. La compañía, a través de Sacyr Industrial, ha incorporado a su estructura un equipo especializado con más de 20 años de experiencia en el mercado español.
La filial de Industrial fue la cuarta en términos de ingresos y resultados operativos (ebitda) del grupo en 2019. Registró 352,4 millones de euros de ingresos, un 33% menos que en 2018, y 23,1 millones de euros de ebitda, un 36% menos. Su peso en el total de la compañía es, respectivamente, del 8,4% y del 3,4%.
Alianzas: Fluor, Nervión e Isotron
Sacyr había reforzado en los últimos años el negocio industrial con varias alianzas como las implementadas con Fluor, Nervión e Isotron. En la actualidad está presente en Australia, Omán, Bolivia, Perú, Ecuador, además de España. Cuenta ya con proyectos en cartera por importe de 679 millones de euros y el 42% se sitúa en el exterior.