Las entidades españolas han aprobado una moratoria hipotecaria de hasta doce meses, al margen de la estipulada por el Gobierno, con el objetivo de que un mayor número de afectados por los efectos económicos de la pandemia se puedan acoger. La principal diferencia de esta medida voluntaria de los bancos con la sacada adelante por el Ejecutivo es que no exime del impago completo de la cuota hipotecaria, solo del capital. Es decir, que aquellos afectados que se acojan a la moratoria voluntaria de la banca pagarán en su cuota mensual durante el tiempo en el que se le aplique los intereses del préstamo, mientras que el real decreto-ley permite a los más vulnerables no pagar nada: ni capital ni intereses.
Las dos principales patronales bancarias del país, CECA y AEB, que aglutinan a la mayoría de los bancos españoles, explicaron este lunes en un comunicado conjunto que el aplazamiento del pago de la hipoteca se puede instrumentar a través de un préstamo personal, una modificación del préstamo hipotecario u otra fórmula financieramente equivalente.
No obstante, este martes y ante las críticas de distintas asociaciones de consumidores como Asufin o Adicae de que estos instrumentos podrían conllevar más costes a los afectados, la banca confirmó que las fórmulas que utilizará para aplazar la moratoria no tendrán intereses para los clientes ni añadirán más deuda. Es decir, que si utilizan la figura de una refinanciación será a efectos contables pero no supondrá ningún coste extra al cliente, según las distintas fuentes financieras consultadas. Del mismo modo, los bancos también permitirán la moratoria de los préstamos al consumo, aunque en este caso solo durante seis meses. En la misma línea, cobrarán los intereses crédito y no el capital principal y su aplazamiento no supondrá coste adicional ninguno.
Las empresas, pymes, autónomos y particulares que pueden acogerse a la moratoria voluntaria de los bancos, que permite entre seis y doce meses de aplazamiento de pago, deberán demostrar que sus dificultades de liquidez son derivadas del coronavirus y no por circuntancias anteriores.
Salvar la cuenta de resultados
Las entidades seguirán cobrando mes a mes los intereses de las hipotecas o créditos que se hayan acogido a la moratoria para con el objetivo de mantener a salvo la salud de sus cuentas de resultados. Según fuentes financieras, si los bancos no recibieran ni el capital ni los intereses convertirían ese préstamo en ineficiente y estrangularía de forma preocupante los ingresos de 2020.
Por otro lado, la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) señala en su informe final sobre las directrices de las moratorias aprobadas por los Gobiernos europeos y la banca como respuesta al coronavirus que esta medida son de "naturaleza generalmente preventiva" ya que tienen como objetivo abordar los riesgos sistémicos que pueden producirse en la economía de la Unión Europea en el futuro.
El objetivo de esta iniciativa tomada en varios países europeos es evitar que la situación económica de empresas y familias empeore y se profundice aún más la recesión que llega por los efectos de la panedmia.