Empresas y finanzas

El Gobierno limita los avales para que la banca sea selectiva en los créditos

  • Pretende evitar tentaciones de las entidades y controlar el déficit y la deuda
Recurso de concesión de dinero. Foto: Getty

El Gobierno activó ayer el primer tramo de ayudas para evitar el colapso financiero de las empresas, en el marco de su plan de avales públicos por hasta 100.000 millones, y aprobó las condiciones para que las entidades movilicen los recursos. Según lo aprobado, por ahora estarán disponibles garantías por hasta 20.000 millones (10.000 para pymes y autónomos) con coberturas del Estado que oscilan entre el 60 y el 80% como anticipó este periódico. La banca, eso sí, fijará el tipo de interés que cobrará por los préstamos a las compañías afectadas por el coronavirus.

El Ejecutivo decidió lanzar solo una quinta parte del montante del total para evitar que se convierta en una especie de coladero y que las entidades aprovechen las ayudas para captar clientes y lograr ingresos, al tener a su alcance una oportunidad de negocio. Es decir, lo que pretende es que sean selectivas en la concesión y midan bien los riesgos. Una vez se vayan consumiendo los recursos, pondrá en marcha nuevos tramos.

Moncloa no se fía por completo de la responsabilidad del sector, a pesar de las palabras de confianza pronunciadas ayer por la ministra Portavoz, María Jesús Montero. Además, con una mayor selección el Estado puede controlar mejor el déficit y la deuda si la crisis se alarga en el tiempo.

La también ministra de Hacienda avisó a las entidades de que tengan en cuenta que las facilidades dadas por el BCE en su programa de liquidez y el precio del dinero en el 0% a la hora de establecer las condiciones, dentro de su libertad para fijar el tipo de interés.

Desde las patronales AEB y CECA aplaudieron las medidas y señalaron que da margen de maniobra al sistema para apoyar al tejido industrial con el objetivo de que la parálisis provocada por el coronavirus se convierta en estructural.

Coste del aval

Fuentes bancarias subrayaron que se aplicará el precio habitual en función de los riesgos en cada caso y que el coste del aval, de entre un 0,2 y un 1,2%, no se trasladará, ya que la intención no es hacer negocio. Otras fuentes sostienen, por contra, que la garantía es un coste fijo añadido en la producción y que habrá que tenerse en cuenta, aunque no se repercuta del todo.

El Ministerio de Economía explicó en una nota que "las entidades financieras se comprometen a mantener los costes de los nuevos préstamos y de las renovaciones que se beneficien de estos avales en línea con los aplicados antes del inicio de la crisis del Covid-19".

Los tipos medios de los créditos nuevos se sitúan de media entre el 1,55 y el 2,58% para las pymes y medianas empresas, mientras que en el 1,42% para las grandes compañías. En la línea del ICO puesta en marcha hace unos días para socorrer al turismo la tasa máxima de las operaciones es del 1,5%, aunque el aval público está fijado en el 50%, un umbral inferior a lo aprobado por el Consejo de Ministros.

Los fondos que se destinarán tendrán carácter retroactivo desde el 18 de marzo y servirán para que las empresas paguen facturas, impuestos y nóminas a los trabajadores, entre otras finalidades. El Estado asumirá pérdidas futuras por impagos en un 80% para el caso de las pymes y autónomos tanto para los nuevos contratos como para las renovaciones de las líneas ya contraídos; un 70% para los créditos nuevos a las grandes compañías; y un 60% para las renovaciones de éstas últimas.

Se considera una pyme una firma cuyo volumen de negocio asciende a 50 millones anuales y tiene menos de 250 trabajadores.

Solo para afectados por el virus

Para evitar el salvamento de empresas que ya estaban en dificultades antes de la pandemia, el Gobierno ha establecido que no podrán acogerse a la financiación avalada aquellos que estuvieran en situación de morosidad a finales de 2019 y en procedimiento concursal 17 de marzo de 2020.

La fórmula de este mecanismo de ayuda al tejido es similar al de otros países de la zona euro, como Alemania, Francia o Bélgica, aunque en los primeros la garantía alcanzaba el 90% en algunos casos. Las entidades aún esperan conocer más detalles del Real Decreto, para comprobar si, por ejemplo, tienen que asumir las primeras pérdidas como estaba previsto inicialmente.

Para los bancos es esencial que la actividad continúe y son conscientes de las circunstancias por las que atraviesa el país. Hace una semana puso a disposición créditos preconcedidos para paliar los efectos por un montante de unos 100.000 millones de euros a las empresas, entre otras iniciativas.

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