
Los bancos no están dispuestos a que su reputación se debilite aún más durante la crisis del coronavirus. Las entidades no tienen previsto aplicar Expedientes de Regulación de Empleo (ERTES), a pesar de que podrían justificarse ante el desplome de su actividad. El sector teme una caída sin precedentes del negocio y los expertos apuntan a caídas drásticas del crédito nuevo a familias tanto en consumo como en hipotecas. Desde Álvarez & Marsal anticipan que habrá "nula actividad" en ambos segmentos, al menos, en los próximos tres meses y que solo se producirán refinanciaciones de estos préstamos como consecuencia de la dificultades de los hogares.
El aluvión de despidos temporales iniciados esta semana, que ya afecta a más de 200.000 trabajadores, en principio no se verán en el sistema financiero español. Una industria que ha sufrido ya unos recortes del 33% desde 2008. Fuentes del sector apuntan a que estas medidas no se adoptarán, pero no descartan que en función de la duración y la intensidad de la crisis desatada por el COVID-19 se puedan poner en marcha. Y tampoco que haya nuevos ajustes a medio plazo, una vez pasado el estado de alarma, para adecuar sus estructuras a la nueva realidad, en la que los canales de distribución digitales se impondrán.
Los analistas coinciden en que no es el momento de que los bancos disminuyan sus plantillas, sino que se pongan al servicio de la ciudadanía. "Dudamos de que haya ERTES ahora en la banca porque tiene que implementar las medidas de ayuda a sus clientes" y porque supondría un menoscabo de su reputación, explican desde Álvarez & Marsal. Además, apuntan a que la salida de empleados tendría un coste de capital, algo que sería perjudicial para su capacidad de resistencia ante los efectos de la pandemia.
Los directivos de esta firma sostienen que la coyuntura es una oportunidad para que las entidades comprueben la operativa de sus sistemas remotos, vital para ejecutar planes de reestructuración en los próximos años y hacer frente al desafío de la economía digital y la amenaza de los gigantes de internet.
Desde Bankia anunciaron en el día de hoy que se ha puesto a trabajar en la implementación de las medidas adoptadas por el Gobierno en el día de ayer y que está preparando otras líneas de actuación para aliviar la carga financiera de sus clientes debido al coronavirus.
El sector se enfrenta a un ejercicio complicado, pese a que parte con la ventaja de disponer de liquidez y solvencia suficientes. Pero, su capacidad dependerá de la evolución de la economía. Los expertos y las entidades auguran un desplome de los ingresos en el segundo trimestre por la bajada en la concesión de nuevos préstamos, sobre todo a las familias, y por una caída de los ingresos derivados de los fondos de inversión. Asimismo, se enfrenta a una subida de las provisiones por el alza de los impagos.
Alternativas
S&P ha advertido que la banca va a ver disminuida la facturación por los productos de inversión ante el descalabro de los mercados, algo que comparten otros analistas. Desde Álvarez & Marsal apuntan a que esta situación se verá compensada, previsiblemente, por los servicios de asesoramiento de patrimonios, ya que se espera que el volumen de depósitos que gestionan crezca. "Habrá una necesidad de administrar determinados ahorros", sostienen desde la consultora, que aconsejan a las entidades a que no extiendan el cobro de los depósitos a los particulares por cuestiones de imagen y por las consecuencias que acarrearía.