La pandemia del coronavirus, provocará una caída de la actividad bancaria. Algunos expertos ya se atreven a calcular el impacto que tendrá sobre este negocio. Así, la Agencia Negociadora, estima que en mayo y abril se producirá una caída de la firma de hipotecas de un 60% en términos interanuales.
La compañía especializada en la intermediación de estos préstamos indica que las nuevas operaciones se situarán en los dos próximos meses en unas 26.000, frente a las 63.915 del ejercicio pasado, según datos del Registro de la Propiedad recogidos por el Instituto Nacional de Estadística.
Para la Agencia Negociadora, "la parte más cruda del impacto está por llegar y lo hará a lo largo de los meses de abril y mayo, cuando se producirá una tormenta perfecta(transitoria, eso sí) en la que confluirán el aplazamiento de decisión de compra, la ralentización en la tramitación de las operaciones hipotecarias y, por último, las restricciones a la movilidad de las personas".
Esta situación, advierte, se producirá después de una ralentización de las operaciones en 2019 debido al frenazo de la economía y a la incertidumbre política, además de a las consecuencias de la nueva ley de créditos inmobiliarios. De hecho, en algunos meses del ejercicio pasado se llegaron a desplomar un 20% los importes concedidos por el sector para la adquisición de viviendas.
Esta situación de parálisis se estaba revertiendo en los últimos meses. En enero de 2020 la concesión se elevó un 2%, dejando atrás el impacto de la nueva normativa.
Para el sector financiero será un golpe para las mermadas cuentas de resultados y su baja rentabilidad. En los últimos años había puesto muchas esperanzas en el mercado hipotecario para poder mejorar sus ganancias y captar clientes vinculados. En los últimos días, la banca se ha volcado en las empresas y pymes, para que puedan mitigar los efectos del virus, con la puesta en circulación de más de 70.000 millones de euros.
