
La venta de hipotecas inicia el año dando por olvidado el bache del ejercicio anterior que dejó la entrada en vigor de la nueva ley hipotecaria. La concesión de créditos para la adquisición de viviendas creció un 2,2% en enero, frente a un año antes, con 3.279 millones de euros prestados, según los últimos datos publicados por el Banco de España.
La cifra es positiva, a pesar de que la banca española encareció el precio de sus hipotecas en los dos últimos meses del año, coincidiendo con las críticas del Banco Central Europeo (BCE) de que la entidades estaban vendiendo los préstamos inmobiliarios a tipo fijo a un precio demasiado bajo para que fueran rentables.
El crecimiento refleja el fin de la crisis que provocó la puesta en marcha de la normativa de crédito inmobiliario en junio, cuya nueva plataforma para conectar los datos entre entidades y notarios provocó un atasco en la firma de hipotecas. Esto desembocó en una caída de la comercialización de estos préstamos, que descendieron un 21% en junio y un 23% en julio. La firma de créditos comenzó a estabilizarse en el último trimestre del año, coincidiendo también con una previsión de mejora de la desaceleración de la economía, tras alcanzar la Unión Europea y Reino Unido un acuerdo para el Brexit y las primeras señales de paz comercial entre EEUUy China.
Por otro lado, el crédito personal que concedió la banca a través de las polémicas tarjetas revolving también creció en enero, motivado por las compras de navidad. Las entidades prestaron 13.207 millones de euros el primer mes del año, hasta un 6% más que en el mismo periodo del año anterior.

El Tribunal Supremo falló la semana pasada que cuando los intereses de estos préstamos superan notablemente el tipo medio que refleja el Banco de España, en la actualidad está en torno al 20%, son "usureros". La banca espera tras la sentencia un aumento de reclamaciones de clientes exigiendo la devolución de los intereses.