Empresas y finanzas

La banca eleva un 7% los depósitos de las empresas pese a que los cobra

  • Las compañías guardan a plazo 55.200 millones con un coste de hasta el 0,16%
Varias sucursales de bancos. Foto: Archivo

La banca no ha sufrido una merma de los depósitos a plazo de las empresas. Todo lo contrario. A pesar de la aplicación del cobro de este producto desde el pasado enero como consecuencia de los tipos negativos, las entidades han elevado el volumen de imposiciones con vencimiento que realizan las sociedades no financieras en lo que llevamos de ejercicio, rompiendo así la tendencia decreciente de los últimos ejercicios. Según los datos del Banco de España, el sector ha captado hasta octubre más de 55.200 millones de euros, lo que supone un alza del 7,3%. En 2018 los depósitos de las compañías descendieron un 25 por ciento.

Este aumento se produce en un momento en que las compañías han tenido que pagar de media hasta un 0,16 por ciento de interés por colocar su dinero. Desde enero los bancos aplican tasas negativas para compensar los costes que les genera la liquidez sobrante que tienen que depositar en el BCE ante la falta de crédito solvente. Hasta octubre el sector financiero abonaba un 0,4% por meter el dinero en la ventanilla de organismo monetario, un tipo que ha subido hasta el 0,5% desde noviembre.

Desde hace años, las entidades vienen cobrando a las empresas por los depósitos, sobre todo a las más grandes y aquellas que acumulan mayores cuantías, pero desde principios de 2019 han venido generalizando esta tarifa, llegando a pequeñas y medianas sociedades. Esta medida también se está extendiendo a cuentas a la vista de las compañías y a colectivos de rentas altas, como sicavs o firmas patrimoniales de banca privada.

En octubre, último dato disponible, las entidades reclamaron un 0,15% de interés a las empresas por sus depósitos a plazo. El cobro se debe sobre todo a las imposiciones a menos de doce meses, ya que el tipo alcanza el 0,17%. En dicho mes, el saldo que sumaron los nuevos depósitos alcanzaron los 5.328 millones, lo que supone un 52% más que en octubre de 2018.

Los bancos sostienen que la aplicación de estos tipos negativos no se trasladará en ningún caso a los clientes particulares y desde las instituciones se desaconseja tomar tal medida, porque provocaría una salida masiva de fondos del sector. Las familias son más sensibles a estas políticas de precios que las empresas. Para evitar el riesgo, han dejado de comercializarlos. Además, desde las entidades, se indica en todo momento que el cobro por los depósitos no es general, sino que se analiza caso por caso y se establece en función de la vinculación de cada cliente.

Aunque algunos banqueros, como el consejero delegado del Sabadell, Jaume Guardiola, han señalado en alguna ocasión que en algún momento se podría llegar a cobrar a los minoristas, el conjunto del sistema está decidido, a priori, a mantener al margen a este colectivo.

Giro del BCE

En la última semana, además, las entidades están recibiendo algún mensaje positivo por parte del BCE sobre la política monetaria. La nueva presidente, Christine Lagarde, ha anunciado que va a poner en revisión toda la estrategia de su antecesor y ha indicado que la economía europea podría remontar el vuelo a mediados del próximo año, con lo que las expectativas a una subida de los tipos se adelantan en el tiempo o, por lo menos, los costes de la liquidez se podrían ver suavizados más pronto que tarde.

La política monetaria está impactando de lleno en los resultados de las entidades, que están viendo lastrados sus márgenes financieros y su rentabilidad, que se encuentra en niveles insuficientes.

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