
El abogado de Rodrigo Rato, el expresidente de Bankia, ha defendido hoy la salida a bolsa de la entidad destacando que la actividad bursátil siempre tiene riesgos e incertidumbre. El letrado Ignacio Ayala señaló que el primer rasgo que define a las actividades bancarias e inversoras "es que su día a día está sometido a un grado de incertidumbre enorme" que depende de la situación macroecnómica. "Cuando hay incertidumbre, hay riesgos", destacó. Ayala aseguró durante la segunda jornada de la exposición de las conclusiones finales del juicio por el 'caso Bankia' que una operación bursátil se hace con el objetivo de generar beneficios, pero al mismo tiempo hay riesgos de eventuales lesiones porque es inherente al propio desarrollo de la actividad.
El abogado ha sostenido que en este tipo de actividades no se busca la desaparición de riesgos, porque es imposible, sino el control de los mismos. Así, Ayala ha asegurado que el salto al parqué de Bankia estuvo sometido a un doble control, el del Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Rato vuelve así su gestión en el banco, a través de su defensa, en la contante vigilancia a la que estuvo sometido por parte de los reguladores y supervisores bajo el argumento principal de que no dio un paso sin el permiso y autorización de los mismos.
Asimismo, la defensa del exbanquero ha vuelto a señalar al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), acusador en el juicio, asegurando que el organismo aprobó todos los pasos de la integración de las siete cajas y puso 4.000 millones de euros, convirtiéndose en socio, bajo la visión de que la entidad tenía "viabilidad", hecho que justificó ante el Banco Central Europeo (BCE). Según el abogado, la acusación del Frob contiene un sesgo retrospectivo porque separa los posibles delitos de la crisis económica.
Ayala ha destacado la imposibilidad de ver venir la segunda recesión, tal y como señaló el Banco de España en un informe de 2017 sobre la crisis económica. "¿Cómo se va a prever una crisis que no ha acontecido? ¿Es que el señor Rodrigo Rato, José Luis Olivas y José Manuel Fernández Norniella, reunidos los tres, tenían que haber previsto mejor que el FMI, la OCDE o el Banco de España la crisis?", preguntó.
"Dado el carácter sistémico de la entidad, la supervisión era máxima", incidió Ayala. De un lado, destacó que hubo inspectores del Banco de España in situ en la entidad y tuvieron hasta 158 reuniones tan solo en 2010. "La consecuencias de esta intensidad supervisora es que no hubo ningún dato que fuese conocido, ni se ocultó un delito de falsedad de cuentas. No se ha descubierto una contabilidad paralela ni cuentas en paraísos fiscales. Aquí hubo una buena praxis bancaria", aseguró el letrado.
Además, el abogado recordó que la entidad pasó los test de estrés de la EBA (Autoridad Bancaria Europea, por sus siglas en inglés), amparándose así en que hubo otro órgano europeo que vigiló Bankia y que no dio señales de alerta sobre su inviabilidad. "Todos los supervisores en este proceso de salida a bolsa han intervenido han dado su visto bueno, ¿qué más había que hacer? ¿a quién más había que acudir?", cuestionó Ayala ante el tribunal de la Audiencia Nacional que juzga el caso.
Finalmente, aseguró que su representado no fue el autor de falsear las cuentas de la entidad porque ni planeó hacerlo ni por el hecho de ser haber sido el presidente del banco lo convierte automáticamente en el autor de una contabilidad irreal. "Ningún miembro del consejo de administración decidió cuál debiera ser la política contable técnica de la entidad, ni el señor Rato. Esto pertenece a una organización sistematizada en el orden de reparto de competencias", apuntó.
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