El PSOE ha ganado las elecciones, con 123 escaños, lo que abre la vía de los pactos para aglutinar una mayoría. Así, puede permitirse llegar a alianzas por la izquierda y por la derecha. Sumando a su socio presupuestario, Unidas Podemos (42 escaños) y al PNV (6), Coalición Canaria (2), Compromís (1) y PRC (1), Pedro Sánchez se situaría a un escaño de la mayoría absoluta sin los independentistas catalanes y se aseguraría seguir siendo el residente en el Palacio de la Moncloa. También existe la posibilidad numérica, aunque no práctica, de pactar con Ciudadanos (58) para amarrar dicha mayoría absoluta, un futurible al que se ha negado el líder de Cs, Albert Rivera, reiteradamente durante los últimos meses y toda la campaña. Pero sería ésta -una alianza con Ciudadanos- la única opción que podría frenar los planes de Sánchez de abordar subidas masivas de impuestos para financiar el mayor gasto social. Especial Elecciones Generales 2019.
La agenda económica de Pedro Sánchez contempla alzas impositivas que no pudo llevar a la práctica al no recabar apoyos suficientes y ahora sólo un pacto con Cs las contendría, ya que el socio presupuestario del PSOE, Podemos, comparte la voluntad de elevar la factura fiscal. Todo empezaría con una reforma fiscal que incluiría medidas en las que tanto socialistas como podemitas están de acuerdo.
De salir adelante el pacto entre el PSOE y Unidas Podemos, habría alzas fiscales por valor de más de 5.600 millones de euros
De hecho, partiendo del acuerdo presupuestario que cerraron Sánchez y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, el año pasado, habría alzas fiscales por valor de más de 5.600 millones de euros, y esto si solo se mantienen las medidas incluidas en el proyecto de Presupuestos. Uno de los principales instrumentos que se manejan para ello es el Impuesto sobre Sociedades. A través de él, se quiere incrementar la recaudación de las grandes empresas con un tipo mínimo del 15%, que será del 18% para las entidades bancarias y las compañías de hidrocarburos.
Ambas formaciones apuestan también por la creación y el impulso de las tasa Tobin y Google, así como por un incremento del IRPF en las clases más altas. Por otro lado, como ya ha adelantado este medio, tanto PSOE como Unidas Podemos cuentan entre sus planes con desarrollar una fiscalidad verde y, según fuentes de ambos partidos, esto incluye la subida de la tributación de los carburantes, al menos la del diésel.
Además, Unidas Podemos ha seguido insistiendo en un impuesto especial a la banca, que los socialistas podrían recuperar. En este caso, sería un incremento particular de Sociedades de unos diez puntos, que solo pagarían las entidades financieras. Además, hay que recordar que el PSOE ha anunciado su intención de poner en marcha un impuesto especial para financiar el sistema de pensiones y paliar el déficit de la Seguridad Social, que ya supone un 1,4 por ciento del PIB.
Batacazo del PP
Las urnas del 28-A han deparado numerosas novedades en la arena política española. Por un lado, la debacle del PP, que ha obtenido menos de la mitad de escaños que en las generales de 2016. Así, el PP de Pablo Casado, ha perdido 71 escaños en menos de tres años y, al cierre de esta edición totalizaba 66, con el 95% escrutado. El PP atraviesa momentos críticos desde que el pasado mayo una moción de censura capitaneada por Pedro Sánchez tumbó a un Mariano Rajoy lastrado por los casos de corrupción del partido.
A primera hora de la madrugada, el líder de los populares se lamentaba de una fragmentación en el centro-derecha que ha impedido que, a pesar de un número de votos por encima del bloque de la izquierda y de los nacionalistas, la traducción en escaños se ha visto lastrada en la representación parlamentaria.
Fuerte ha sido también la caída de Unidas Podemos, de 71 a 42 escaños entre las anteriores generales y el 28-A, a quien habrían pasado factura sus negociaciones con los políticos presos por el referéndum ilegal del 1-O para tratar de recabar apoyos a los Presupuestos para 2019 de su socio Sánchez. Pese al descalabro de la formación morada, Iglesias se vende como el socio de Gobierno de los socialistas y esta vez una bajada de votos no le resta capacidad de influencia.
Por el contrario, Ciudadanos protagoniza un notable ascenso, de 32 a 57 escaños y Vox irrumpe como quinta fuerza política con 24 escaños, aunque defrauda las expectativas generadas durante los últimos días, cuando los sondeos le situaban cerca de los 40 escaños. La formación naranja escala así al puesto de tercera fuerza política de ámbito estatal, pisando los talones a la segunda, el Partido Popular, y con peso suficiente para disputarle ese espacio ideológico.
En cualquier caso, la llamada fórmula andaluza (PP con Ciudadanos y Vox) que permitió desbancar a los socialistas de la Junta de Andalucía no bastaría por sí sola para formar un Gobierno por la derecha, al totalizar, entre todos, 147 escaños frente a los 176 que supone la mayoría absoluta del Congreso.
Por su parte, ERC se alzó con 15 escaños, seguido de Guanyem, con siete; Junts per Catalunya, con siete; y Partido Nacionalista Vasco, con seis diputados. EH Bildu se alza con cuatro escaños, Coalición Canaria logra dos diputados, Navarra Suma obtiene dos diputados, Compromís un asiento, el Partido Regionalista de Cantabria también un asiento.
Reacción en el PSOE
Después de perder las elecciones generales de 2015 y su repetición de 2016, Pedro Sánchez y el Partido Socialista ha ganado los comicios nacionales. A la espera de si el voto por correo mueve algún escaño, Sánchez podría repetir como presidente del Gobierno sin depender de los independentistas. El PSOE ha logrado 122 escaños del Congreso de los Diputados, 35 más que en 2016, y casi el doble que el segundo partido en votos, el Partido Popular.
En total, al PSOE le votaron ayer 7,3 millones de españoles, y Sánchez lo celebró ante la multitud congregada en la sede socialistas en la calle Ferraz. Desde un balcón y acompañado por otros líderes del partido como Cristina Narbona, Adriana Lastra o José Luis Ábalos. "Hemos hecho que pase", dijo ayer, recordando el lema electoral socialista. "Y con ello , España ha ganado el futuro y ha perdido el pasado. Han participado millones y millones de españoles en defensa de su futuro, de los derechos y libertades que hemos conquistado. Es importante que reivindiquemos a la democracia y al conjunto de españoles y españoles que la han defendido".
También ha mandado algunos mensajes de futuro mientras sus simpatizantes gritaban "¡¡a Rivera, no!!". En este sentido, aseguró: "seré el presidente de todos los españoles y españolas. Vamos a tender la mano a todas las formaciones dentro de la constitución para lograr la justicia social. Seré el presidente de todos los españoles y españolas". Además, aseguró: "Hemos enviado un mensaje claro a la Europa y al mundo: se puede ganar a la reacción y al autoritarismo".