Economía

El triple golpe que puede dejar sin respiración a la economía de la Eurozona

  • La incertidumbre comercial ya está lastrando el crecimiento de la Eurozona
  • La debilidad de la demanda global podría golpear más a países como Alemania
  • El menor precio del petróleo y el euro presionarán a la baja la inflación

La economía de la Eurozona se está desacelerando desde el tercer trimestre de 2017, cuando el PIB creció un 2,8% en términos interanuales. La pérdida de velocidad ha llevado a que la expansión del actividad se modere hasta el 1,6% en el tercer trimestre de 2018, una tendencia que en principio parecía causada por factores temporales, que empiezan a convertirse en 'indefinidos'. Bajo este escenario, los economistas de Bank of America Merryll Lynch (BofAML), creen el crecimiento del bloque caerá este año al 1,1% y la inflación hasta el 1%. La Eurozona tendrá que lidiar con un euro más fuerte, una demanda global más débil y una política comercial dominada por la incertidumbre.

Ruben Segura-Cayuela, Evelyn Herrmann y Gilles Moec, economistas de BofAML, creen que el área euro está condenada a revivir los fantasmas de 2014 cuando también presentó "indicadores gemelos", un 1% de crecimiento y un 1% de inflación. De cumplirse estas previsiones para 2019, la economía europea se expandirá a un ritmo muy lento, mientras que los precios volverán a quedar muy lejos del objetivo del 2% marcado por el Banco Central Europeo como el idóneo para la economía.

Bajo este lúgubre contexto, "seguimos pensando que el BCE tendrá que ofrecer algunos 'edulcorantes' en marzo. Sin embargo, en el caso de una desaceleración prolongada se necesitará más". En los primeros meses de este año, Mario Draghi y su equipo deberían, al menos, implementar cambios más drásticos en su mensaje, un giro que puede suponer llevar aún más lejos la subida de tipos.

Un triple golpe para la economía

"La Eurozona se enfrenta a un golpe triple con la apreciación del euro, una demanda externa débil y una política comercial incierta". Con un superávit de balanza comercial de 400.000 millones de euros, la debilidad de la demanda global y la incertidumbre la política comercial pueden golpear de lleno el crecimiento del bloque. Desde la Gran Recesión, el sector exterior (exportador) de la Eurozona ha ido ganando fuerza, con los crecientes superávits comerciales del bloque. Ahora, el área euro presenta un dependencia importante de la demanda mundial, frente a otras economías como EEUU que dependen más de la propia demanda doméstica. 

Es más, estos economistas estiman que "la incertidumbre de la política comercial ya está afectando al crecimiento de la Eurozona restando 15 puntos básicos a la tasa de crecimiento".

Si la economía de China sufre más de lo esperado, la economía de Alemania se verá directamente afectada

Los aranceles sobre la importación de vehículos europeos podría sumar otros 30 puntos básicos adicionales. Por si esto fuera poco, "aún existe el riesgo de un Brexit sin acuerdo, algo que todavía no ha afectado demasiado a la actividad de la Eurozona. No obstante, cualquiera de estos riesgos (o una combinación) podría dejar fácilmente el crecimiento de la Eurozona cerca de cero", sentencian los economistas de BofAML.

La debilidad de la demanda externa afectaría con mayor intensidad a los países cuyas economías están muy orientadas hacia la exportación, como la de Alemania que ya ha estado cerca de padecer una recesión técnica en el segundo semestre de 2018.

Si la economía de China sufre más de lo esperado, los bienes y servicios alemanes se resentirán. "Alrededor del 7% de las exportaciones de Alemania van a China... por cada descenso de un punto porcentual del crecimiento de China, el aumento del PIB alemán podría caer 10 puntos básicos. Además, la depreciación del yuan aumentaría el dolor".

Con todo ello, BofAML ha revisado el crecimiento de la Eurozona desde el 1,4% hasta el 1,1%, mientras que la inflación sólo será del 1%. Los menores precios del petróleo, un euro más fuerte y una actividad económica más débil de lo esperada lastrarán el crecimiento de los precios. Estas previsiones se encuentran por debajo del consenso que vaticinan un crecimiento del 1,5% y una inflación del 1,5% también para 2019.

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