El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, mantendrá su puesto a pesar de las reiteradas críticas del presidente estadounidense, Donald Trump, quien, a pesar de haberlo nominado para el cargo, no está contento con las subidas de tipos que el banco central ha acometido en los últimos meses y especialmente con la de la pasada semana, que sitúa el precio del dinero en el rango del 2,25 al 2,5%.
Kevin Hassett, consejero económico de la Casa Blanca, ha declarado que está "cien por cien" seguro de que Powell continuará al frente de la Fed, reiterando la postura que mantuvo días atrás el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, quien afirmó que Trump nunca ha pensado en despedir al presidente del banco central. De hecho, los expertos no tienen claro si el inquilino de la Casa Blanca tendría potestad para cesar a Powell.
Hassett dijo a los periodistas que Trump también está contento con el trabajo del propio Mnuchin, quien ha hablado en los últimos días con algunos de los principales bancos del país para confirmar que cuentan con liquidez abundante.
Las subidas de tipos perjudican el programa económico de Trump, el punto fuerte de su Administración durante la primera mitad de su presidencia
Los últimos ataques de Trump se han producido el lunes y martes, 24 y 25 de diciembre. El lunes señaló a la Fed como el "único problema" de la economía de EEUU, mientras que el martes reiteró que la entidad está "loca" y "fuera de control". "Están aumentando las tasas demasiado rápido porque piensan que la economía está muy bien", indicó Trump, que asegura que el banco central "entenderá muy pronto" que las subidas de tipos perjudican a su programa económico.
El ataque de Trump el lunes tuvo su parte de culpa de que fuera la peor víspera de Navidad en la historia de Wall Street, con el Dow Jones y el S&P 500 cerrando con casi un 3% de caídas. El día de Navidad la bolsa estadounidense permaneció cerrada, mientras que este miércoles cotiza con alta volatilidad, con el Dow Jones intentando recuperar los 22.000 puntos.
