
El acuerdo entre el Gobierno socialista y Podemos para despojar al PP de la posibilidad de vetar la nueva senda de déficit en el Senado incluye acercamientos en otras materias. Principalmente, en una revalorización de las pensiones adicional a la ya aplicada este año, del 1,6%, y que rompió con un lustro de subidas del 0,25%.
De prosperar el marco del acuerdo, las pensiones subirían con el IPC real registrado en 2018, lo que depararía que en enero del próximo ejercicio se liquide una paga a los beneficiarios de pensiones para regularizar la diferencia entre el 1,6% y la inflación del ejercicio, medida que tiene un coste estimado de entre 1.600 y 2.000 millones, según cálculos de la formación morada. En julio el IPC fue del 2,2%. La pretensión de Podemos es que en 2019 también se practique la revalorización de las pensiones con el IPC definitivo del ejercicio, aunque no existe una aproximación al respecto.
No sólo en pensiones se han producido acercamientos en el marco del acuerdo PSOE-Podemos. En la reunión celebrada el pasado miércoles, la formación morada también arrancó del Ejecutivo socialista una mayor flexibilidad en la negociación para la eliminación del copago farmacéutico, que Carmen Montón, ministra de Sanidad, ya había propuesto. "Somos relativamente optimistas con este punto. Es fundamental que la gente de nuestro país note los acuerdos en sus hospitales, escuelas, y en sus bolsillos", señaló el secretario de Organización y Programa de Podemos, Pablo Echenique, en un comunicado.
En esta misma dirección, la formación morada ha exigido al Gobierno de Pedro Sánchez que aborde un paquete de medidas sociales con especial énfasis en los pensionistas, las mujeres y las familias, de modo que estos colectivo "noten los cambios en las cuentas".
Por otra parte, según trascendió después de la reunión entre el Gobierno socialista y Unidos Podemos, el Ministerio de Hacienda, que encabeza María Jesús Montero, ha ofrecido una ampliación de la baja de paternidad de los funcionarios hasta los cuatro meses, que se ensanchará de forma gradual hasta 2021.
La media se recoge en el documento Contribución al cambio social desde la política presupuestaria que Hacienda envió el lunes a los negociadores de Podemos, y apuesta por fijar un "plazo efectivo e inaplazable" para igualar los permisos de maternidad y paternidad de los empleados públicos de la siguiente forma: en 2019 serían ocho semanas; en 2020 subirían a 11 semanas, y en 2021 llegarían a 16 semanas.
La formación morada aclara que este asunto no se trató en la reunión del miércoles, pero que creen en los permisos "para todos" y recalca que el PSOE se comprometió con los permisos de maternidad y paternidad igualitarios.