
Después de años de crecimiento económico y fuerte creación de empleo tras la Gran Recesión, los salarios siguen registrando un crecimiento muy inferior al de los años previos a la crisis, un misterioso fenómeno que los economistas intentan descifrar. No obstante, al menos en EEUU, este misterio podría haber llegado a su fin si se analiza el crecimiento de los salarios reales (descontando la inflación) en lugar de los salarios nominales. Es más, las rentas del trabajo podrían haber comenzado a ganar terreno a las rentas del capital después de años observando el fenómeno opuesto.
Como explica Neil Irwin, autor de 'Los Alquimistas', en The New York Times, el misterio de los salarios que no suben tiene una explicación muy sencilla, al menos en EEUU. Si se descuenta la inflación, los salarios reales están subiendo más rápido que en la fase expansiva previa a la crisis económica.
"En los últimos 24 meses, la inflación media ha sido del 1,4% anual, mientras que la productividad ha sido del 0,6%. Estos números son relativamente bajos. Realizando un modelo muy simple se debería esperar que el salario medio de los trabajadores hubiera subido un 2% (la inflación más la productividad)". Si los salarios suben al mismo ritmo que estos dos componentes, la distribución de la tarta de la producción se mantiene constante entre las rentas salariales y las rentas del capital.
"Sin embargo, en el mismo periodo, el crecimiento de los ingresos por hora de trabajo en el sector privado han crecido un 2,4%", argumenta Irwin. Es decir, los salarios han aumentado más que el crecimiento de la productividad y la inflación.
¿Por qué suben los salarios?
Con estos datos, Irwin sostiene que "el misterio real no es por qué los salarios suben tan despacio, sino que por qué los salarios están subiendo tan deprisa". Según este experto, los número muestran que los trabajadores están acaparando una mayor porción "del botín de una economía que está creciendo".
Si bien es cierto que los salarios ganan terreno, si se desagregan estos ingresos, una parte importante de este incremento se produce en forma de beneficios relacionados con el seguro de salud.
Este fenómeno es particularmente singular porque durante los últimos 40 o 45 años la tendencia ha sido totalmente la opuesta. En los países desarrollados se ha producido una caída relativa de las rentas salariales desde principios de los 70. Este descenso fue muy pronunciado hasta bien entrados los 90, dónde se estabilizó. Sin embargo, a partir del 2010 los salarios comenzaron a perder protagonismo otra vez, una tendencia que parece estar revirtiéndose en EEUU.
Los esfuerzos de Obama
Irwin cree que la decisión de varios Estados de imponer un salario mínimo más elevado podría estar contribuyendo. "Los esfuerzos de la administración de Obama para mejorar las condiciones de los trabajadores también pueden haber ayudado. Pero por ahora no sabes si se trata de un giro temporal o el comienzo de una nueva tendencia en la que los sueldos de los empleados crecerán con más fuerza".
También es importante destacar que en EEUU la tasa de paro es del 4,4%, la más baja en diez años. En algunos sectores como en la industria del shale, los empresarios están ofreciendo salarios elevados para encontrar trabajadores dispuestos a realizar las tareas que requieren este proceso de extracción de hidrocarburos.