
El banco central de Alemania, Bundesbank, prevé que es "probable" que la economía de la locomotora de Europa vuelva a crecer "ligeramente" durante el segundo trimestre de este año. Esta conclusión la sacan desde el adelanto de la Oficina Federal de Estadística (Destatis) que avanzó que el PIB germano aumentó, desestacionalizado, un 0,2% mensual en mayo.
En el último trimestre de 2023 la caída del PIB fue muy brusca (-0,3%) y venía de un tercer trimestre también de contracciones (-0,1%). Este optimismo en el segundo trimestre de este año se debe a que aumentó la actividad en la construcción, también en la industria y "probablemente también los proveedores de servicios".
En su informe de mayo, publicado este miércoles, los economistas del banco central alemán aseguran que es posible que se produzca "un aumento del poder adquisitivo" debido a que el mercado laboral se mantiene robusto y los salarios siguen subiendo.
En el mes de abril, Alemania registró una tasa de paro del 6%, la misma que se obtuvo en el mes de marzo. Así, el número de personas sin trabajo se redujo en unas 200.000 personas, hasta situarse en las 2.750.000 personas. En cuanto a los salarios, aseguran que aumentaron "bruscamente" durante este invierno. En concreto, se expandieron un 6,2% en el primer trimestre con respecto al mismo período del año pasado. En el último trimestre de 2023 el incremento fue del 3,6%.
Por otro lado, excluyendo las pagas extraordinarias, los salarios acordados en negociación colectiva crecieron un 3,0% anual en el último trimestre, también a una velocidad mayor que hace tres meses.
"Según los primeros indicadores, es poco probable que este patrón cambie notablemente en los próximos meses. Incluso si la economía se desarrolla de forma más positiva, es probable que al principio se aproveche mejor el personal retenido hasta ahora. Entonces, se recuperarían las jornadas laborales que actualmente se han reducido", recalcan los expertos.
Pero este incremento de los salarios hará que la inflación pueda llegar a estancarse en los siguientes meses a causa de esa presión salarial. "Recientemente, el crecimiento de los salarios ha sido mayor de lo esperado. Esto podría significar que la presión elevada sobre los precios de los servicios podría durar más", dicen.
Teniendo esto en cuenta, el Bundesbank espera que el IPC vuelva a aumentar en mayo y fluctúe en torno a un nivel "ligeramente superior en los próximos meses" debido a los efectos del transporte público local y los precios de la energía.
En el caso de la industria, avanzan que la tendencia negativa "no continuó" y que la producción aumentó "considerablemente". A esto se suma que los pedidos en construcción pero, especialmente, en la industria, permitieron el aumento de la producción. Además, la normalización de los efectos meteorológicos y el descenso del número de días de baja también podrían ayudar a que la economía "se acelere gradualmente".
A pesar de que la industria vuelva a remontar en los próximos tres meses, Gobierno y empresarios están muy pendientes de la pérdida de competitividad y la falta de pedidos por parte del exterior, sobre todo desde China. Los analistas del banco central alemán aseguran que "los nuevos pedidos para la industria cayeron drásticamente tanto desde el exterior como desde el interior. Esto refleja el hecho de que el comercio mundial se mantuvo débil".
A la pérdida de competitividad hay que sumar también que el aumento de los costes de financiación por el incremento de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo, así comola mayor incertidumbre en materia económica, "frenaron las inversiones externas". Pero el Banco Central Europeo (BCE) está casi seguro de que comenzará a bajar los tipos de interés el mes que viene y su presidenta, Christine Lagarde, dijo el martes que estaba "realmente segura" de que la inflación estaba ahora "bajo control".
Hay que recordar que Alemania tiene un modelo de crecimiento basado en la industria y las exportaciones y, por tanto, ante una caída de la competitividad industrial frente a otras economías y un comercio mundial que está cambiando completamente y sigue mermado, la locomotora de Europa todavía no puede esperar grandes expansiones de su economía en el corto plazo.
Las exportaciones crecieron en marzo en Alemania un 0,9% mensual, según los datos publicados por la Oficina Federal de Estadística (Destatis) tras una caída del 2% mensual en febrero, pero, tal y como dijo el Bundesbank a mediados de diciembre del año pasado (su última predicción), la débil demanda extranjera "es el principal obstáculo para la industria".
"Apostar por el retorno de la conocida fórmula del éxito del modelo de crecimiento orientado a la exportación sería engañoso", aseguró el jefe global de Macro de ING, Carsten Brzeski.
Pero si algo ayudará a aupar el crecimiento en los siguientes tres meses del año es el consumo interno. Los expertos de la entidad comentaron que "los consumidores privados siguieron siendo inquietos" y, como resultado, el consumo "siguió siendo lento". Pero es posible que retome impulso "gracias a un mercado laboral estable y a que los salarios reales volvieron a aumentar". Aunque creen que el hecho de que el sector de servicios siguiera expandiéndose se debió al crecimiento de sectores más estrechamente relacionados con la industria y las empresas.
Mejora de las finanzas públicas
En lo que respecta a las cuentas públicas, desde el Bundesbank creen que Alemania seguirá siendo disciplinada y "habrá una mejora" este año y el próximo, al caer tanto el déficit como el endeudamiento del país. Según las últimas cifras proyectadas por el FMI en su Monitor Fiscal prevén que el déficit germano se situará en el 1,5% del PIB este año y caerá al 1,5% en 2025. En cuanto a la deuda, estará cerca del 62% de PIB tanto en 2024 como 2025. Por tanto, Alemania cumplirá con el pacto fiscal impuesto por Bruselas.
"En general, es poco probable que las finanzas públicas tengan un efecto excesivamente restrictivo sobre el desarrollo económico este año o el próximo", reza el informe.