Las tareas que quedaron pendientes en 2022 son los primeros deberes que tendrá que afrontar el Ministerio de Trabajo en 2023. La subida del salario mínimo interprofesional (SMI) está confirmada pero falta por cerrar la cuantía final con la que se revalorizará este año. Tampoco se terminó de rematar el Estatuto del Becario, los flecos sueltos obligaron a redactar un nuevo borrador que está en proceso, y nada se sabe de momento de la reforma de los incentivos al empleo. Desde la cartera que dirige la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz quieren dejar cerrados esos tres temas en las próximas semanas.
Las pistas sobre la hoja de ruta a seguir las ha ofrecido este martes el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, durante la rueda de prensa de valoración de los datos del paro registrado de diciembre. Los planes del Gobierno pasan por aprobar la subida del salario mínimo antes de que acabe enero para intentar aplicarla con el acuerdo de los agentes sociales. Lo que sí está confirmado es que tendrá carácter retroactivo desde enero.
La cuantía final sigue siendo un misterio. Trabajo no se pronuncia sobre su preferencia y se limita a recordad la horquilla propuesta por la comisión de expertos a la que encomendó analizar la subida para lograr el objetivo de que el SMI llegue al 60% del salario medio en España antes de que se agote la legislatura. El informe del comité propone un incremento de entre el 4,6% (lo dejaría en 1.046 euros mensuales en 14 pagas) y el 8,2% (1.082 euros).
Sobre las peticiones de los agentes sociales, los sindicatos no valoran ningún escenario por debajo del máximo que proponen los expertos. Desde CCOO se abren a aceptar un alza de 82 euros mensuales y en UGT insisten en que sea de 100 euros, mayor que la de las pensiones (8,5%) para compensar la inflación.
El Estatuto del Becario tampoco tiene fecha de aprobación prefijada pero desde Trabajo también esperan darle salida lo antes posible. Según ha dicho Pérez Rey, se trata de una "negociación compleja". El Gobierno trabaja en un nuevo borrador que trasladará a los agentes sociales esta misma semana con el que esperan llegar a "a un punto de encuentro".
La medida se está retrasando sobre los tiempos iniciales, que apuntaban a dejarlo listo en 2022. El diálogo social sigue atascado, aunque durante un tiempo Trabajo se abrió a darle luz verde sin la patronal. La prestación por desempleo y la exclusión de las prácticas extracurriculares de la nueva norma para evitar el fraude de los falsos becarios han sido los puntos más controvertidos de la negociación. En el borrador previo, Ministerio y agentes sociales habían llegado a acuerdos en vacaciones, desplazamientos y en el límite del 20% sobre la plantilla total.
Acerca de la reforma de los incentivos al empleo, el secretario de Estado ha indicado que su departamento espera llevar un texto al Consejo de Ministros "cuanto antes", ya que Trabajo quiere implementar medidas que impulsen "un nuevo panorama de incentivos" en 2023.