No se cerró el acuerdo sobre el Estatuto del Becario pero en la reunión de ayer lunes se dio un paso de gigante en un punto importante para los sindicatos y representantes de los jóvenes que se sientan en la mesa de negociación con Trabajo: la propuesta de sacar las prácticas extracurriculares de la futura norma tuvo buena acogida por parte del Ministerio, que la estudia de cara a la próxima cita.
Las prácticas extracurriculares, de carácter voluntario y sin límite de tiempo, son un fleco suelto de cara a cerrar el texto. Al encuentro de ayer, los representantes de los jóvenes acudían con esta reivindicación que ya avanzó a finales de la semana pasada el Consejo de la Juventud (CJE) y que parece convencer a Trabajo, según confirman a este medio fuentes del diálogo social.
Tras la petición de exclusión de las extracurriculares del futuro Estatuto del Becario, los sindicatos esgrimen dos motivos principales. Por un lado, están desregularizadas ("no tienen reconocimiento de créditos") por lo que no otorgan garantías a los jóvenes y, por otro, "provocan grandes desigualdades" porque un estudiante que tenga un apoyo familiar económico fuerte, por ejemplo, podrá hacer muchas prácticas fuera del plan de estudios mientras que aquellos que tengan que compaginar trabajo y estudios no tendrá esa capacidad de acceder al entorno laboral, explican las mismas fuentes.
Como alternativas, proponen transformar este tipo de prácticas en curriculares o en contratos de formación bajo el paraguas del artículo 11 del Estatuto de los Trabajadores introducido en la nueva reforma laboral.
"Es donde hay más fraude"
"Si las extracurriculares se mantienen en la normativa [la reforma laboral las contempla dentro del Estatuto del Becario], el efecto sería muy limitado porque es donde hay más fraude", comenta a este medio otra fuente cercana a la negociación. Se refiere a los puestos estructurales en empresas que se cubren con becarios. Cabe recordar que desde 2020, la Inspección de Trabajo ha aflorado más de 3.000 falsos becarios.
La clave de la futura normativa es acabar con la precariedad de los estudiantes en prácticas y poner fin al fraude de las prácticas. Este objetivo principal del Estatuto que se comenzó a plantear en abril para acabar con las prácticas fraudulentas, según explicó la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.
El resto de propuestas de Trabajo tienen a los sindicatos "bastante contentos". La cotización a la Seguridad Social que se dirime en la mesa de pensiones "va saliendo", el salario mínimo aunque finalmente no será tal, al menos se garantiza la compensación de los gastos en los que incurran por realizar las prácticas, la limitación de alumnos en prácticas en función del número de trabajadores de las empresas, precisamente para poner fin a ese fraude, un mayor peso a la parte formativa de las prácticas...
La postura de la patronal no es tan efusiva, sobre todo en cuanto a la limitación a las prácticas, a la que no estarían tan abiertos, según personas cercanas a la negociación.
El 13 de julio se han citado de nuevo Trabajo, sindicatos, patronales, la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP) y el CJE para intentar cerrar el acuerdo. Será más tarde de lo pretendido por el Ministerio, que esperaba zanjarlo antes de que acabara junio.