El Euríbor no va a dar tregua mientras los bancos centrales, incluido el BCE, emprenden una escalada en los tipos de interés. El índice, al que está referenciadas la mayoría de hipotecas, está bailando al son de los mercados. Si se mantiene el ritmo en mayo, supondría un encarecimiento mensual de 48 euros para un crédito de 150.000 euros, a 30 años y con un diferencial del 0,99%. Los expertos prevén que termine el año sobre el 0,5%.
En los tres días de mayo que ha cotizado el Euríbor lo ha hecho en positivo y por encima del 0,2%. Ya no es es noticia que haya dejado atrás la tasa negativa, pero sí lo es la velocidad que está cogiendo. Hoy ofrece un valor del 0,234%, después de marcar el 0,225% en la jornada anterior. Para hacerse una idea de lo rápido que está subiendo, solo hay que compararlo con el mes pasado. La media se situó en el 0,13%.
Son décimas arriba o abajo pero que se notarán en la letra de la hipoteca si en el mes mayo el Euríbor se mantiene en este nivel. En este sentido, para un crédito hipotecario de 150.000 euros a 30 años y con un diferencial del 0,99%, el Euríbor a doce meses al 0,13% supuso un incremento mensual de 33 euros, o de 396 euros al año, al pasar la cuota mensual de 449 euros a 482 euros. Con el Euríbor al 0,22%, para la misma característica de crédito, supondría una subida mensual de 48 euros, o 576 euros al año. Hay que tener en cuenta que el tipo de referencia el año pasado estaba al -0,481.
Para hacer los cálculos más realistas, según el INE, el importe medio solicitado en una hipoteca se sitúa en 141.752 euros, a 24 años y con un interés inicial medio al 2,09%, lo que hace una cuota total de 594 euros. Con un Euríbor al 0,2%, la mensualidad pasaría a 639 euros, un total de 540 euros más al año.
¿Cómo se calcula el Euríbor?
El dato de referencia, al que están vinculadas la mayoría de hipotecas en España, es el Euríbor a doce meses. Es un índice que responde al nombre European InterBank Offered Rate y que se calcula a través de un panel de bancos europeos que informan todos los días a qué tasa se realizan los préstamos interbancarios.
El panel está formado por 18 bancos europeos, entre los que se encuentran Santander, BBVA, Barclays, Deutsche Bank o Unicredit.
Todos los días laborales a las once de la mañana se publica al tipo de interés medio en el que las entidades financieras se prestan capital a una semana, un mes, tres meses, seis meses y 12 meses. El dato hace referencia siempre al día anterior, al hacerse público con 24 horas de retraso.
¿Qué está pasando para que el índice suba tanto?
Tiene mucho que ver con el contexto de los mercados financieros. Con la inflación disparada, a los bancos centrales no les queda más remedio que mover ficha y elevar los tipos de interés oficiales. Esta semana, lo han hecho la Reserva Federal de EEUU y el Banco de Inglaterra. En esta coyuntura, el BCE no es una excepción, aunque el alza de los tipos no se espera que sea tan precipitada.
La inflación general en la eurozona subió al 7,4% en el mes de marzo, el dato más elevado de la corta historia del euro, mientras en España se situó al 8,4% en abril, retrocediendo unas décimas. Pero el BCE parte de una posición más retrasada que sus homólogos. Todavía no ha subido tipos, como ya han hecho otros bancos centrales. Y el mercado no comienza a descontar la primera subida hasta el mes de julio.
Estas expectativas para el BCE están influyendo en los mercados de deuda, disparándose los intereses. Está pasando con el bund alemán o con los bonos españoles. Al final el Euríbor no deja de ser un índice que refleja el comportamiento de la deuda, en este caso interbancaria.
Los expertos descuentan estas expectativas en sus previsiones. Los analistas de Bankinter prevén que el índice de referencia hipotecario acabe el año en positivo en el 0,4%. Para 2023, estiman que alcanzará el 0,8%. Hasta hace unos meses casi ningún experto esperaba la vuelta del Euríbor a positivo.
Simone Colombelli, director de Hipotecas de iAhorro prefiere ser cauto con las predicciones que dicen que podríamos terminar 2022 con el Euríbor rondando el 0,5%, en positivo. "Históricamente, en el Euríbor nunca ha habido una diferencia de más de medio punto entre el dato más alto y el más bajo del año; ni siquiera en 2020. Y si vamos atrás más años, la tendencia no cambia", recuerda el experto, que añade que "este año ya hemos visto una diferencia de casi 0,5 puntos porcentuales entre el dato de enero y el de este abril, por lo que es muy difícil llegar a final de año a un 0,5%, cuando se alcanzaría una subida de un punto en el conjunto del ejercicio".
Además hay que tener en cuenta que la evolución del Euríbor está muy relacionada con el tipo oficial que establece el BCE. O más bien con sus expectativas. Si el Euríbor llegó el año pasado al -0,5% fue porque el BCE fijó la tasa de depósito al -0,5%, la remuneración que ofrece la institución a la liquidez de los bancos. Este nivel dura hasta la fecha. En tiempos de tipos negativos, esta tasa se ha convertido en la real, mientras la oficial se ha mantenido al 0%. Pero realmente, el Euríbor lo que persigue es la mente de los inversores sobre los movimientos del BCE, no los tipos oficiales.
Miles de inversores protegen sus posiciones con productos financieros, conocidos como Swap, contra las posibles subidas o bajadas de tipos, o el cambio de divisa. Estos movimientos lo recoge el Overnight Index Swaps que viene a sintetizar y a interpretar las intenciones del conjunto de inversores, lo que viene a traducirse como lo que espera el mercado.
Las expectativas del mercado para el BCE están ya anticipando una inminente subida de tipos para julio. Justo en el mes, en el que varios miembros han abierto la puerta para iniciar la escalada. Para cumplir con estas expectativas, el BCE tendría que retirar las compras de deuda en la próxima reunión del 9 de junio. La primera subida en once años se ejecutaría en la reunión del próximo 21 de julio. Y no será la última, a tenor del sentimiento de los inversores. A final del año, los swaps apuntan a que los tipos se situarán en el 0,25%, justo los niveles que están marcando el Euríbor.
En 2020, justo también en mayo, dos meses después del gran confinamiento que adoptaron buena parte de los países europeos, el Euríbor experimentó un rally parecido, aunque no llegó a ser positivo, se acercó mucho a cero. No fue hasta junio de ese año cuando se empezó a relajar gracias, que el BCE extendió sus medidas antipandemia.
Al mirar el comportamiento histórico del Euríbor, Colombelli no cree que este indicador continúe avanzando a la misma velocidad en los próximos meses: "Está pasando algo similar a lo que ocurrió con el coronavirus: ya hemos vivido los cambios más bruscos en el Euríbor y podríamos estar llegando a una cierta estabilidad, esperamos movimientos más sostenidos". El futuro del Euríbor pasa por el temple que tenga el BCE para mantener en calma las expectativas del mercado.