El próximo mes de febrero vendrá acompañado de una agradable sorpresa para los pensionistas españoles. La razón es que recibirán la que se conoce como 'paguilla', el abono para compensar la desviación en el IPC (Índice de Precios al Consumo) y la subida de las pensiones de estos ciudadanos que tiene el objetivo de que no pierdan poder adquisitivo.
La explicación es la siguiente: el Gobierno ha venido elaborando estos años unas proyecciones de subida de las pensiones que tenían en cuenta diferentes baremos económicos y que pretendían ajustar esas subidas al aumento de la inflación. Pero, en aquellos casos en los que la inflación era posteriormente superior a la esperada, se abonaba a los jubilados esta paguilla a modo de compensación.
Es lo que ha sucedido este año: el aumento de la inflación por encima de lo esperado en el segundo semestre del año la ha dejado en el 2,3%, frente al 0,9% de subida de las pensiones (un 1,8% en las no contributivas) que el Gobierno implantó a finales de enero. Esta diferencia sería del 1,4%, una desviación que provocará un desembolso de unos 1.900 millones de euros, de acuerdo con los cálculos de José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
La cuantía de esta paguilla será diferente en función del tipo de pensión. Los cálculos previos elaborados por elEconomista estiman el ingreso en unos 167 euros por pensionista, aunque el aumento de la inflación podría elevar algo más estas cantidades.
La última paguilla de los pensionistas
Esta paguilla será, salvo sorpresas, la última que el Gobierno abone a los pensionistas. Esto se debe a que el nuevo método de revalorización de las pensiones que introduce la reforma de José Luis Escrivá hará que las subidas se ajusten a la inflación, ya que se determinarán por el IPC del año anterior.
En concreto, y de acuerdo con el texto del proyecto de ley entregado en el Congreso de los Diputados y que se está debatiendo para su definitiva aprobación parlamentaria, las pensiones se revalorizarán desde 2022 "en el porcentaje equivalente al valor medio de las tasas de variación interanual expresadas en tanto por ciento del Índice de Precios al Consumo de los doce meses previos a diciembre del año anterior".
Esto quiere decir que el Gobierno tomará como cuenta las tasas de inflación hasta el mes de noviembre de 2021 para determinar la subida de las pensiones en 2022. Para ese año ya se conoce la revalorización de las pensiones mínimas y no contributivas, que se incrementarán en un 3%, por encima del IPC.