
Las nóminas de los trabajadores y las facturas salariales de las empresas se van a ver ligeramente afectadas a partir de 2023 por el aumento de las cotizaciones acordado por el Gobierno con el 'sí' de los sindicatos y el rechazo de la patronal que tiene el objetivo de alimentar el fondo de reserva para financiar el gasto en las pensiones de la generación del 'baby boom'.
La medida supone un aumento del 0,6% en la cotización a la Seguridad Social por contingencias comunes, y se reparte con un 0,1% para el trabajador y un 0,5% para la empresa. Durará, al menos, 10 años (hasta 2032) y es un elemento clave en la reforma de las pensiones de José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que se comprometió a suprimir el factor de sostenibilidad aprobado (pero no puesto en marcha) por la reforma de pensiones del PP en 2013 y a su sustitución por un mecanismo de equidad intergeneracional.
Pero, ¿en qué consisten las contingencias comunes? Es el concepto por el que, de largo, más cotizamos. La razón es simple: cubre al trabajador ante todas las eventualidades que no tengan que ver con una enfermedad laboral o un accidente profesional. O lo que es lo mismo, le garantiza la protección de la Seguridad Social ante las contingencias derivadas de la propia vida.
Tal y como informa la propia Seguridad Social en su página web, la cotización por contingencias comunes se destina a determinadas situaciones "de necesidad" del trabajador en su vida cotidiana. Son las siguientes:
-Jubilación.
-Incapacidad permanente por enfermedad común o accidente no laboral.
-Incapacidad temporal por enfermedad común o accidente no laboral.
-Viudedad.
-Prestaciones en favor de familiares, de orfandad, de auxilio por defunción.
-Protección familiar.
-Prestaciones farmacéuticas.
-Asistencia sanitaria.
-Situaciones de maternidad y paternidad y riesgo durante el embarazo y la lactancia.
Así quedarán las contingencias comunes en 2023
Actualmente, la cotización por contingencias comunes es de un total del 28,3% de la base de cotización, repartido de la siguiente forma: las empresas abonan un 23,6% y los trabajadores pagan un 4,7% por esa cotización.
Con los cambios aprobados por el Gobierno y los sindicatos, a partir de 2023 (y si no hay más novedades) la cotización por contingencias comunes quedará así: un 28,9% de la base de cotización, de la cual un 24,1% corresponderá a la empresa y un 4,8% a los trabajadores.