
La subida de 0,6 puntos de las cotizaciones a la Seguridad Social por contingencias comunes entre 2023 y 2032 aprobada ayer por el Gobierno con el acuerdo de los sindicatos ingresará a la "hucha de las pensiones" "cerca de 50.000 millones" cuando se culmine el plan que ha rechazado la patronal.
Según defiende el Ejecutivo, el mecanismo de equidad intergeneracional de las pensiones supone una "pequeña subida" de las cotizaciones que, sin embargo, servirá para incrementar el fondo de reserva, que llegó a tener un máximo de 67.000 millones en 2011 y ahora apenas supera los 2.000 millones, según recordó ayer el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, tras lograr el pacto 'in extremis'.
El objetivo de la hucha es generar un "colchón de seguridad" para abordar la jubilación de los babyboomers, la generación de los nacidos entre mediados de la década de 1950 y mediados de la de 1970, y garantizar sus pensiones.
La recuperación del fondo la sufragarán principalmente las empresas, que finalmente aportarán, del 0,6, el 0,5 frente al 0,1 de los trabajadores después de que la negociación de ayer modificara la idea inicial del Gobierno de cargar un 0,4 y un 0,2 respectivamente. Actualmente, la cotización por contingencias comunes supone el 28,3% de la base de cotización: las empresas abonan un 23,6% y los trabajadores pagan un 4,7% por esa cotización. Cuando entre en vigor lo pactado, la cotización por contingencias comunes subirá al 28,9% de la base de cotización, correspondiendo un 24,1% al empresario y un 4,8% al trabajador.
¿Cómo se traduce esta subida en la práctica? Para una base de cotización de 2.000 euros, el incremento estaría en torno a 12 euros al mes (algo menos), de los que la empresa pone 10 y el trabajador, 2.
La subida no ha contado con el apoyo de la CEOE. La patronal considera que elevar la contribución de empresarios y trabajadores a la Seguridad Social abre una puerta a futuros incrementos ya sea por la vía de cotizaciones o por la vía impositiva para cauterizar la brecha entre ingresos y gastos del Sistema.
Escrivá ha asegurado no entender las razones que han llevado a los representantes de los empresarios a rechazar el acuerdo ya que tampoco han presentado una alternativa durante la negociación. Que la CEOE sea parte influye de cara a la Unión Europea, que insta a que los acuerdos con impacto en el empleo incluyan a todos los interlocutores.
En este sentido, Escrivá ha rechazado que se incumpla con Bruselas habiendo cerrado la subida de cotizaciones al margen de los empresarios porque esta no puede impactar en el empleo al no tener España "un problema de costes laborales".