El Gobierno baraja la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para este segundo semestre del año después de fracasar las negociaciones a tal efecto a finales de 2020. La idea del comité de expertos del Ejecutivo es la de implantar subidas de entre 61 y 99 euros para dejar este salario en una horquilla de entre 1.011 y 1.049 euros al mes en 14 pagas para 2023. Todos los escenarios, eso sí, tendrían sus implicaciones.
De acuerdo con BBVA, la subida del SMI tiene dos consecuencias que afectan de forma directa al sistema de pensiones público y que tienen que ver con la financiación del propio sistema y la cuantía de las futuras pensiones de los pensionistas de los próximos años.
El primer punto es el aumento de las cotizaciones. Si sube el SMI, también lo hacen las cotizaciones sociales de los trabajadores. Lo mismo sucederá con las bases de cotización mínimas, por lo cual las bases de todos los salarios que tengan que subir para actualizarse con el SMI...subirán en paralelo.
También aumentarán las bases reguladoras de los trabajadores. Estas bases son las que sirven de referencia para el cálculo de las pensiones de jubilación (actualmente se hace un promedio de las bases de cotización de los últimos 24 años) y con el aumento de los salarios mínimos también se notará un incremento en estas bases.
En consecuencia, aumentará el gasto del sistema en pensiones, ya que el con unas bases de cotizaciones más altas, las pensiones de jubilación irán incrementándose en cuantía. BBVA explica que el aumento del coste también afectará a las pensiones por incapacidad permanente.
Efectos sobre los autónomos
Los pensionistas y el sistema público de pensiones no serían los únicos afectados en caso de una subida del SMI. Relacionado con la reforma de las pensiones, los autónomos se expondrían a un aumento de sus cuotas de confirmarse la medida.
Los Presupuestos de 2021 contemplaban una subida de las cuotas de los autónomos a la Seguridad Social que finalmente se congeló como una medida más de apoyo al sector por la pandemia de coronavirus. Sin embargo, se emplazaba a una subida del SMI para aplicar estos aumentos ya previstos anteriormente y que elevaban las cuotas de un 30,3 a un 30,6% con las subidas de las cuotas por cese de actividad y contingencias profesionales de un 0,8 a un 0,9% y de un 1,1% a un 1,3%, respectivamente.