El fondo de recuperación de la UE de 800.000 millones de euros fue recibido como un acuerdo histórico el pasado julio. Desde entonces, la lentitud con su puesta en marcha, las dudas sobre su tamaño, los problemas con su ratificación en algunos Estados miembros (sobre todo Alemania y Polonia) y las dificultades para elaborar los planes nacionales de recuperación han deslucido el instrumento y agravado las penas de los europeos en esta dolorosa salida de la crisis, ya complicada por los vaivenes con la estrategia de vacunación.
A estos obstáculos se suma ahora los problemas que puede haber para que todos los países reciban el 13% de prefinanciación que les toca cuando sus planes de inversiones y reformas sean aprobados por Bruselas. Porque, si se cumple el calendario, la Comisión Europea no contaría con los fondos suficientes para realizar los pagos al mismo tiempo.
Según indicó este miércoles el comisario de Presupuestos, Johannes Hahn, se necesitarán unos 45.000 millones de euros para financiar ese 13% de la parte de las ayudas a fondo perdido. Si todo va bien, las transferencias deberían realizarse en la segunda mitad de julio. Para entonces se habría concluido la evaluación de los planes nacionales (dos meses necesita la Comisión y un mes el Consejo). Para esa fecha, la Comisión también espera que haya finalizado el proceso de ratificación del fondo en todos los socios, aunque podría retrasarse más según lo que suceda con el Tribunal Constitucional alemán.
Hasta ahora, 17 Estados miembros han aprobado la decisión de Recursos Propios de la UE, que permitirá a la Comisión pedir prestados esos 806.000 millones de euros con los que contará exactamente el fondo.
Sin embargo, Hahn añadió que la Comisión conseguirá de los mercados entre 15.000 y 20.000 millones de euros al mes para financiar el fondo, alrededor de unos 150.000 millones de euros al año hasta 2026. Por lo tanto, Bruselas puede encontrarse con un nuevo cuello de botella al intentar realizar esta primera transferencia.
Tan solo España e Italia, los principales beneficiarios del fondo, ya absorberían prácticamente unos 20.000 millones de euros de las ayudas a fondo perdido. La mitad de esa cantidad corresponde a la prefinanciación de nuestro país. La situación se podría complicar más si además los países solicitan los préstamos que ofrece el fondo de recuperación, como les está animando la Comisión, para beneficiarse de sus buenas condiciones de financiación. En ese caso, se sumaría el derecho a pedir por adelantado el 13% de los préstamos solicitados, doblando la cantidad necesaria si todos los países acudieran a los créditos ventajosos.
Los socios tienen que enviar sus planes de recuperación antes de finales de este mes
A pesar de ello, Hahn no se mostró demasiado preocupado. "Debería ser manejable", dijo en rueda de prensa al ser preguntado. En el caso de que no haya recursos suficientes para la prefinanciación de todos al mismo tiempo, los más avanzados recibirían los pagos en julio y los demás en septiembre, ya que en agosto los mercados entrarán en ritmo estival. Si el envío de casi todos los Estados miembros termina por solaparse, como probablemente sucederá, Hahn explicó que se decidirá quién recibe primero el dinero por méritos, es decir, según quien obtenga la mejor nota en la evaluación de la Comisión.
Los socios tienen que enviar sus planes de recuperación antes de finales de este mes. No obstante, fuentes comunitarias apuntan que la legislación ya preveía que fuera una fecha límite flexible, por lo que podrán remitir sus borradores definitivos más allá de abril.
Las mismas fuentes añaden que no todos los gobiernos serán capaces de cerrar sus planes de inversiones y reformas este mes. "Lo más importante es la calidad", subrayan. Este envío más escalonado ayudará a que no se formen cuellos de botella con los primeros desembolsos, dado que hasta ahora Bruselas no ha recibido ningún plan. Los más avanzados son España, Grecia y Portugal, según informan fuentes diplomáticas.
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