Los ya evidentes planes del Goberno para volver a subir los impuestos en 2022 causan sorpresa en la OCDE. Hasta el punto de que el club de los países desarrollados advierte a Hacienda de que una situación de crisis como la actual requiere que todo plan de incrementos tributarios se posponga.
La propia OCDE dio ejemplo en 2020. Su posición en favor de acordar un impuesto para las grandes multinacionales (la tasa Google) es bien conocida. Sin embargo, la organización ha paralizado todas las discusiones sobre este tema hasta que la epidemia se supere. El Gobierno, sin embargo, discurre en sentido contrario y no sólo aplica en solitario esa tasa; además planea castigar la transmisión de riqueza o el uso del diésel, amenazando así una recuperación económica ya débil.
