Este jueves fue un hervidero de comentarios y corrillos políticos acerca de la entrevista concedida el día anterior por José Luis Escrivá en Onda Cero Radio, y de su reacción ante los medios por las insistentes afirmaciones de que sí existieron borradores del Gobierno y de su ministerio, el de Seguridad Social, donde se recoge la ampliación del periodo del cálculo de las pensiones, de 25 a 35 años de manera progresiva, y a partir de 2023.
El ministro negó la mayor. Pero a medida que lo fue negando, y también el presidente del Gobierno, han ido apareciendo documentos de ese borrador con detalle de la "tercera medida que integra el bloque" de la reforma de pensiones planteada a la UE, antes del borrador definitivo.
De ser auténticos estos documentos de los que dan cuenta numerosos medios de comunicación, la respuesta a la supuesta mentira, en forma de papel, coloca al titular de Seguridad Social en una situación tremendamente incómoda, máxime cuando, siendo él presidente de la AIReF, ya defendió aumentar el plazo del cálculo de las pensiones.
Escrivá defiende que ha habido quien se ha inventado este relato
Con estos mimbres y rifirrafes entre Escrivá y Unidas Podemos, y después del apreciable enfado que el ministro de Seguridad Social tenía por aquellos que "han inventado un relato que no existe", es decir, por aquellos que han dicho que el Gobierno sí barajó en varios documentos que se aumentara el periodo del cálculo de las pensiones en diez años más, este jueves estallaba una serpiente informativa impropia de estos tiempos donde sobra información. Y es que Escrivá está pensando dimitir, y de hacerlo en breve.
Los comentarios añadidos al respecto versan sobre la conveniencia de que presente su dimisión, una vez que se ha descubierto que "miente". Otros explican, como si estuvieran presentes detrás de un ojo del Gran Hermano de George Orwell, que Escrivá ya habría presentado su dimisión argumentando razones que están más allá del lenguaje diplomático. Hay quien añade que quien ha filtrado que Escrivá andaba trabajando con borradores en los que se aumenta el periodo del cálculo de pensiones no ha sido exactamente Unidas Podemos, sino un miembro del Gobierno con cartera económica ,y que mantiene rencillas de antaño con el expresidente de la AIReF.
La clave catalana
Una clave catalana recoloca todo este manantial de suposiciones, tsunamis e interpretaciones políticas y mediáticas. Y es que el fallo del TSJC puede acabar propiciando una crisis de Gobierno en Moncloa, si finalmente se mantiene que las elecciones autonómicas catalanas se celebren el 14 de febrero, como quiere el Gobierno y como quiere el PSC, que vio como el Centro de Investigaciones Sociológicas, el CIS de Tezanos, le hacía un traje a medida a Salvador Illa con el mejor resultado de todos los candidatos, y hasta con la inimaginable posibilidad de que acabe formando el Gobierno de la Generalitat con el apoyo de los constitucionalistas, entre ellos, con Vox.
Si, como algunas fuentes políticas consultadas por eE, entre este viernes y a comienzos de la semana próxima esta fecha queda consolidada, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no tendrá más remedio que llevar a cabo su primera crisis en el seno del actual Consejo de Ministros.
Illa y el Ejecutivo necesitan un fallo favorable al 14 de febrero
Ahí encajarían esas 'supuestas' ganas que Escrivá tiene de abandonar su cargo -lo que está por ver, y, de ser cierto, también tendría que aceptarlo Sánchez-. Ante una crisis de Gobierno inminente, resulta más fácil sustituir o cambiar a dos o tres ministros de golpe que espaciar varias crisis de Gobierno en un corto periodo de tiempo.
En esta clave temporal, Illa y el Ejecutivo necesitan un fallo favorable al 14 de febrero. De este modo sería más digerible una crisis antes de las elecciones. Un tiempo corto por el que no se cuelen indultos de por medio, lo que restaría muchos votos de Ciudadanos que están reconsiderando votar al candidato del PSC.
Dicen que Iceta no está demostrando una gran generosidad y que no está en absoluto preocupado por el cargo
Un periodo estrecho por el que Illa pueda salir corriendo y no mojarse con posibles confinamientos domiciliarios, después de desviar este miércoles, aún como ministro de Sanidad, el interés creciente de muchas comunidades autónomas.
Adelantando acontecimientos, ahora que Miquel Iceta se queda en el banquillo esperando un ministerio o una embajada -dicen los que bien le conocen que está demostrando una gran generosidad y que no está en absoluto preocupado por el cargo que le otorguen-, el todavía secretario general del PSC aventura que Illa acabará renunciando a su cartera de Sanidad. como fecha tope, antes del próximo viernes a las 12 de la noche.
En los mentideros políticos se da por seguro que ese movimiento se producirá antes. Quién sabe si este mismo viernes, aprovechando que, el sábado, el Comité Federal del PSOE se celebrará en Barcelona, mientras corre el rumor de que Illa apenas pisa ya el solado de su ministerio, situado en el Paseo del Prado. Parece que, sin ser aún candidato, ya ejerce como tal y apenas se mueve de Cataluña. Desde luego, los sondeos por ahora le acompañan.