El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ve la necesidad de aumentar los estímulos monetarios, pero prevé que el aumento de las compras de deuda pueda tener un impacto menor en los tipos de interés y en la economía real.
En las actas de la reunión del 29 de octubre, publicadas este jueves, el BCE informa de que el Consejo de Gobierno consideró que las "compras de activos adicionales pueden no tener el mismo impacto en las condiciones financieras y en la actividad económica real como lo habían tenido antes este año".
Las actas añaden que el Consejo de Gobierno "estaba ampliamente de acuerdo en la necesidad de recalibrar los instrumentos de política monetaria en la reunión de diciembre" debido a la fuerte ralentización económica, pero algunos miembros advirtieron de que "no se debían precomprometer a acciones específicas".
El BCE también dice que en la reunión de finales de octubre se reconoció que "una política monetaria expansiva podría crear la tentación a los gobiernos de entrar en compromisos que serían difíciles de deshacer y de este modo incrementar el gasto más allá de lo que es necesario para afrontar la pandemia, exacerbando los déficit estructurales y dañando la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas".
Asimismo, el Consejo de Gobierno del eurobanco también estaba de acuerdo en que podía actuar en cualquier momento, en caso de que fuera necesario, y destacó que disponía de más de la mitad de la deuda del programa de compras de bonos para afrontar la pandemia en caso de que se produjeran nuevas turbulencias en los mercados.
Más TLTRO y PEPP para convencer a los 'halcones'
De esta forma, las actas del BCE han confirmado el estado de alerta del banco central sobre el debilitamiento de las perspectivas económicas" como consecuencia de la segunda ola del coronavirus.
Así lo cree Carsten Brzeski, analista de ING Economics, quien prevé que el Banco Central Europeo decidirá en dos semanas (el 10 de diciembre) aumentar el tamaño de las subastas de liquidez (TLTRO, por sus siglas en inglés) y del programa de compras de activos por emergencia pandémica (PEPP).
"Centrarse en estos dos instrumentos sería una continuación del 'modo de crisis' y probablemente será la mejor manera de recibir el apoyo de los 'halcones' del BCE, que a su vez quieren evitar que las medidas de crisis se vuelvan permanentes", explica este economista.
Respecto al PEPP, Brzeski calcula que crecerá en medio billón de euros, elevando así su cuantía a 1,85 billones totales. La previsión en línea con la del consenso de mercado.