El Gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha recomendado al Gobierno de Pedro Sánchez que, en un momento como éste no recurra a la carga impositiva de empresas, autónomos y particulares, y por tanto "retrase" algunas figuras hasta que la situación económica sea "más robusta". Así mismo, Hernández de Cos cree que el Ejecutivo debe elaborar un plan de ajuste de consolidacion fiscal creíble a medio plazo para aplicar durante una década. Además, cree que la evolución económica podría asemejarse en mayor medida a los supuestos recogidos en el escenario 2 del BdE, el más adverso, que contemplan una caída del PIB del 12,6%. Y por último, cuestiona la subida de sueldos públicos y pensiones.
A su paso por el Congreso, con motivo de las comparecencias de altos cargos, en el marco de la tramitación presupuestaria, el gobernador del Banco de España ha analizado este miércoles el cuadro macroeconómico, deteniéndose en su análisis entre otros capítulos, en de ingresos. Sobre ello, Hernández de Cos ha valorado la idoneidad de los mismos, concluyendo que la política fiscal debe dar una respuesta sobre empresas, autónomos y particulares. Si bien, y ante los "evidentes síntomas" de crisis, "no parece ahora aconsejable acometer subidas fiscales en el corto plazo", ha defendido. Es por esto que ha pedido retrasar, al menos, algunas figuras fiscales hasta que la economía española sea "más robusta".
También en el capítulo de ingresos, ha mantenido que cuando se aplican algunas figuras fiscales éstas tienen que estar coordinadas para resultar más eficientes, como es el caso de las transacciones financieras.
El gobernador señala que el proyecto presupuestario asume un crecimiento de los ingresos tributarios y por cotizaciones sociales del 9% en 2021 en términos presupuestarios, que refleja la entrada en vigor de las medidas recogidas como el comportamiento previsto de las bases impositivas, cuya evolución depende, fundamentalmente, del contexto macroeconómico. Pero, de acuerdo a sus análisis, los riesgos de desviación más significativos que enfrenta la previsión de ingresos del Proyecto de PGE se concentran en el grado de dinamismo de la actividad en 2021, por lo que , "el riesgo sobre la previsión de ingresos públicos el año próximo estaría sesgado a la baja fundamentalmente como consecuencia de las posibles desviaciones sobre la previsión de crecimiento del PIB en el cuadro macroeconómico para 2021", apostilla.
Cos cuestiona la subida de sueldos públicos y pensiones
En el capítulo de gastos, el gobernador del Banco de España ha cuestionado la subida de sueldos públicos generalizada y de pensiones recogida en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2021, limitando esa subida de salarios a sectores concretos como el de los sanitarios.
Asevera que los riesgos sobre la inflación en las nuevas cuentas "están sesgados a la baja", por lo que cree que esta previsión de crecimiento "superará claramente" la inflación final. Esto significaría que, finalmente, estas retribuciones crecerían por encima del IPC en un contexto, incide, de "importante destrucción del empleo" y de "deterioro muy acusado sin precedentes en las cuentas públicas".
Avisa del riesgo alto en desviaciones de partidas como la sanitaria o desempleo
Por otro lado avisa además del riesgo alto en desviaciones de partidas como la sanitaria donde los presupuestos prevén una caída del 2,5% en la compra de material sanitario tras haberse incrementado un 14% este año o que espere un descenso del 36% en los gastos por desempleo, muy afectados este año por los ERTE.
"En la medida en que la evolución epidemiológica de la pandemia plantea en estos momentos evidentes riesgos sobre la marcha de la economía, es posible que el gasto en estas partidas no pueda llegar a reducirse tanto como se prevé en el Proyecto de PGE", indicó. En este punto avisó además de que podría estimarse, incluso, "conveniente mantener los ERTE por un periodo de tiempo más prolongado que el inicialmente estimado" causando un aumento de esta partida de gasto.
Un plan de ajuste para una década
En opinión del gobernador del Banco de España -quien observa un riesgo de desviación en la previsión económica de Presupuestos, tanto que ni el PIB crecerá tanto en 2021 ni el déficit público ni la tasa de paro se reducirán lo estimado, estima-, el Gobierno debe ponerse a trabajar ya en un plan de ajuste fiscal -aunque durante dos años no haya reglas- dado los altos niveles de déficit estructural, lo que "nos hace más vulnerables".
Mantiene Hernández de Cos que un plan de estas características y aplicable en una década, si es creíble con la consolidación fiscal, dará confianza internacional.
El cálculo del gobernador deja el nivel del déficit estructural en el 5% del PIB
A su modo de ver, el reto y la magnitud de dicho plan debe partir de un cálculo aproximativo de un déficit estructural de antes de la pandemia -del 3,1%-, sabiendo que hay gastos, como el sanitario, que tienen un componente estructural, que el nivel de la deuda pública generará un aumento de intereses, considerando el gasto adicional del Ingreso Mínimo Vital y, por último, teniendo en cuenta el gasto público que generarán las pensiones entre uno y tres puntos. Así, el cálculo del gobernador deja el nivel del déficit estructural en el 5% del PIB.
El máximo responsable del Banco de España sostiene que a ese plan de ajuste le han de complementar además un paquete de reformas estructurales, así como los fondos de la UE.
Valoración optimista del Gobierno
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, que comparece este miércoles en la Comisión de Presupuestos del Congreso para valorar las cuentas públicas de 2021 ha señalado que existe un riesgo significativo de que el déficit público supere el año próximo su nivel de referencia del 7,7 % del PIB.
Además, cree que la evolución económica podría asemejarse en mayor medida a los supuestos recogidos en el escenario 2 del Banco de España, el más adverso, que contemplan una caída del PIB del 12,6%.
En cuanto al comportamiento del mercado laboral en los próximos años, espera que el empleo, en términos de horas trabajadas, atisba un perfil muy similar al de la actividad económica, mostrando caídas superiores al 11% en 2020 y una recuperación posterior. Por su parte, la tasa de paro aumentaría muy significativamente tanto en 2020 como en 2021 y, a pesar de que se reduciría en 2022, aún permanecería por encima del 18% -y no del 17,1% como estima el Gobierno- en el escenario 1, y del 20% en el escenario 2.
El gobernador señala la dificultad de ejecutar a tiempo y en proyectos de calidad los fondos europeos
No descarta Hernández de Cos que la ratio de deuda pública tenga un comportamiento más desfavorable que el previsto en los PGE de 2021, que augura una ratio del 118% para este año, y del 117% para 2021. De hecho, según el Banco de España, la duda se situaría al final del horizonte de proyección, en el escenario 1, en el más optimista, en 118% del PIB, mientras que, en el escenario 2 -"el que ahora puede ser más probable"-, en el 128,7% del PIB.
Además, ha incidido en que el cuadro macroeconómico en el que se enmarcan los Presupuestos Generales del Estado está sujeto a riesgos a la baja, derivados tanto de una posible evolución de la pandemia que genere efectos más negativos sobre la actividad económica de los proyectados –como, de hecho, estamos experimentando en las últimas semanas en todo el mundo–, como de la dificultad de ejecutar a tiempo y en proyectos de calidad los fondos europeos".
Hernández de Cos ha remarcado que el supuesto de ejecución plena de los fondos europeos y los multiplicadores del uso de estos fondos que asume el proyecto de Presupuestos "parecen optimistas a la luz de la evidencia histórica y empírica".
"La capacidad de España para movilizar fondos de la UE nunca ha alcanzado una tasa del 80"
En este sentido, ha recordado que la capacidad de absorción de la economía española para movilizar fondos vinculados a programas europeos nunca ha alcanzado una tasa del 80 %.
"Para que el uso de los fondos europeos tenga el efecto multiplicador sobre la actividad agregada que asume el proyecto de Presupuestos (ligeramente por encima de 1), es necesario que dichos recursos se empleen en proyectos de calidad y siempre y cuando no se generen efectos de confianza negativos derivados, por ejemplo, de dudas sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas", ha puntualizado.
El IPC subirá gasto en pensiones en 30.000 millones en 2050
El gobernador del Banco también estima que la revalorización de las pensiones conforme al IPC real, tal como ha acordado el Pacto de Toledo en el Congreso, generará un incremento del gasto en pensiones de alrededor de 30.000 millones de euros en 2050.
Hernández de Cos ha señalado que "en ausencia de modificaciones adicionales de los ingresos del sistema de la Seguridad Social, la aplicación estricta del nuevo mecanismo de revalorización daría lugar a disminuciones sistemáticas de la renta real de los pensionistas".
En su opinión de acuerdo con distintas estimaciones, eliminar el nuevo índice de revalorización y volver a indiciar las pensiones con la inflación, como recomienda la Comisión del Pacto de Toledo, generaría un incremento del gasto en pensiones sobre el PIB de alrededor de 3 puntos porcentuales adicionales en el horizonte de 2050.
El gobernador ha señalado que las reformas introducidas en los últimos años en el sistema de pensiones como la elevación progresiva de la edad de jubilación, la definición de un factor de sostenibilidad ligado a la esperanza de vida o el índice de revalorización del 0,25 % anual reforzaron "sustancialmente" la sostenibilidad financiera del sistema.
Y en este sentido, avisa de que el sistema de la Seguridad Social deberá afrontar la presión del envejecimiento poblacional en los próximos años y ello requerirá aumentar los recursos del sistema o admitir reducciones alternativas de la tasa de beneficio o incrementos adicionales de la edad efectiva de jubilación.