La cifras que arroja el empleo autónomo en los meses de pandemia arrojan casi tantas luces como sombras. Por un lado, la comparación con el régimen general es positiva si se tiene en cuenta que este ha sufrido una pérdida de cotizantes, en términos proporcionales, seis veces superior a la del Reta. Sin embargo, en términos absolutos, el impacto de la pandemia en el colectivo de trabajadores por cuenta propia ha provocado la mayor destrucción de empleo de la última década, según el registro a mes de junio que registraba 41.348 trabajadores cotizando que hace un año, lo que supone el mayor desplome desde el año 2010, cuando el Reta perdió 86.500 empleados en un año y similar a la registrada en 2012 de 41.807 profesionales que echaron el cierre a sus negocios o cesaron su actividad comercial.
Estas cifras, más allá, dan cuenta de la gravedad que supone esta crisis para las pymes, más expuestas al desplome de la economía y más sensibles a las caídas de consumo de los hogares. Un consumo que en el segundo trimestre del año ha certificado un retroceso del 25% respecto al año anterior. Así, tal y como advertía recientemente UPTA (asociación representante del empleo autónomo) los autónomos han sufrido el parón de la actividad impuesto durante los meses de confinamiento y son los que más dificultad están teniendo para relanzar su comercios con la nueva normalidad ante la fuerte erosión de la demanda y del consumo. Esta doble circunstancia está acechando la supervivencia de esos comercios a pie de calle con 153.000 negocios de proximidad no superarán la crisis, de modo que el 20% de los pequeños comerciantes desaparecerán antes de acabar el año.

Pero hasta aquí los datos que sitúan a los autónomos en el centro del huracán económico generado por la pandemia, ya que en otra lectura, la de la comparativa con la evolución del régimen general, los trabajadores por cuenta propia (-1,2%) han perdido, a mes de junio, cuatro veces menos cotizantes que los asalariados (-5,24%). Sin embargo, si observamos los datos arrojados por el INE en la EPA del segundo trimestre publicada la semana pasada, la diferencia en la pérdida de ocupación en lo que se refiere a los meses concretos de la crisis sanitaria y confinamiento, la caída del régimen general (-6,9%) es de hasta seis veces mayor que la experimentada por el Reta (-1,1%).
Prestación extraordinaria
De este modo, este pasado viernes, la Seguridad Social abonó 150 millones de euros a más de 140.500 trabajadores autónomos a los que les ha sido reconocida alguna de las prestaciones puestas en marcha para paliar la situación de este colectivo por la pandemia del coronavirus, tal y como informó el Ministerio que dirige José Luis Escrivá.
En concreto, la Seguridad Social destinó cerca de 122 millones de euros al pago de la nueva prestación de cese compatible con la actividad, que a 29 de julio había sido reconocida a 115.103 autónomos. Esta prestación, que supone una ayuda mínima mensual de 661 euros al mes y la exoneración temporal de las cotizaciones por contingencias comunes, se puso en marcha para paliar los efectos de la pandemia en aquellos colectivos que aún no han podido retomar la actividad.
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