Economía

EEUU puede aventajar de nuevo a Europa con otro estímulo fiscal de al menos el 5% de su PIB

  • Se han aprobado medidas de gasto y rebajas fiscales por encima del 12% del PIB
  • Los gobiernos europeos asumen una carga fiscal de al rededor del 10% del PIB
El presidente de los EEUU, Donald Trump. Reuters
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La pandemia del coronavirus llevó a Estados Unidos a borrar casi cinco años de crecimiento económico de golpe y plumazo entre los meses de abril y junio. El súbito e histórico desmoronamiento del PIB, que se contrajo un 9,5% trimestre a trimestre o un 32,9% en su tasa anualizada, estuvo amortiguado por un gasto público que en cuestión de semanas sobrepasó los 3 billones de dólares. Esta situación se produce en paralelo con el desplome sufrido por el Viejo Continente.

La eurozona se redujo durante el mismo periodo un 12,1%, liderada por el Armageddon español, con un derrumbe del 18,5%, seguido por Francia (-13,8%), Italia (-12,4%) y Alemania (-10,1)%. Una coyuntura extremadamente complicada pese a que la movilidad de tráfico se mantiene por encima de la estadounidense por cuarta semana consecutiva y el reciente repunte de las rebrotes en algunos países, incluidos España, Bélgica y Luxemburgo, se alejan todavía de los récords registrados a este lado del Atlántico.

La mayor economía del mundo continúa posicionada como el epicentro de infecciones en todo el mundo, sobrepasando ya los 4,5 millones, mientras la media móvil de siete días registra 65.000 nuevos casos diarios desde mediados de julio. Aún así, las restricciones impuestas por algunos de los estados más afectados sugieren que no será necesario implementar confinamientos más estrictos aunque la actividad se resentirá en los próximos meses.

La aprobación del paquete de estímulos se muestra aún compleja y puede ir para largo

"Estamos entrando en el período donde el ritmo de mejora en los indicadores de alta frecuencia se está moderando después de dos meses de fuerte recuperación de la actividad" advierte Chetan Ahya, economista jefe de Morgan Stanley, quien atestigua que las miras están puestas en el progreso que conduzca a la pronta aprobación del próximo paquete de estímulo que se negocia en el Capitolio. "Cualquier retraso en la aprobación pesará especialmente en el consumo de los hogares a corto plazo", advierte.

Hasta la fecha, el Congreso y la administración del presidente de EEUU, Donald Trump, han aprobado medidas de gasto y rebajas fiscales que superan el 12% del PIB, tomando la delantera entre las economías avanzadas, según el Fondo Monetario Internacional. En estos momentos, los demócratas y los republicanos preparan sumar al menos otro billón más, o el 5% del PIB, a través de otra ronda de alivio económico.

No obstante, su aprobación se muestra todavía compleja. A principios de esta semana, los republicanos daban a conocer sus propuestas para un paquete compuesto por una segunda ronda de cheques de estímulo de 1.200 dólares para individuos, una extensión parcial de los subsidios por desempleo y más fondos para el programa de préstamos a fondo perdido para pequeñas empresas, que hasta la fecha ha distribuido 670.000 millones de dólares.

Por su parte, los demócratas están buscando un acuerdo mucho más amplio que supere otros 3 billones de dólares. Actualmente, la fricción vira en el pulso republicano por reducir de 600 dólares a 200 dólares el suplemento semanal a los desempleados hasta septiembre para después limitar los subsidios al 70% de los salarios previos de los trabajadores. Los demócratas abogan por mantener los 600 dólares hasta el próximo enero.

Desafortunadamente, estos pagos vencían a la medianoche del viernes, afectando así a más de 25 millones de desempleados, junto con otras medidas como la moratoria de desahucios. Dicho esto, con una tasa de ahorro personal que alcanzó el 19% en junio, los legisladores acabarán eventualmente concretar un paquete de alivio de al menos otro billón de dólares o más, que llevará el déficit a más del 27% del PIB, un máximo posterior a 1943. De ahí que sea poco probable que esto acabe por suponer un desastre para el gasto del consumidor a menos de 100 días de las elecciones presidenciales.

"La mayor parte de Europa no necesita aprobar un plan de estímulo adicional para obtener beneficios ya que estos ya son parte de sus sistemas de bienestar social" recuerda Paul Donovan, economista jefe de UBS, al referirse a las diferencias a ambos lados del Atlántico.

Estímulo sin precedentes

Eso sí, los gobiernos europeos han asumido ya una carga fiscal de apoyo discrecional de alrededor del 10% del PIB este año mientras, en una decisión sin precedentes, la UE aprobaba este mes un fondo de recuperación por valor de 750.000 millones de euros.

"Con un valor de alrededor del 5% del PIB, es un paso en la dirección correcta, pero es demasiado pequeño para tener un gran impacto en la dinámica de la deuda de los países periféricos", avisa Andrew Kenningham, economista jefe de Capital Economics.

Tampoco hay que pasar por alto como el objetivo de la Comisión Europea es comenzar a reembolsar el dinero a partir de 2027, con todos los pasivos a pagar a finales de 2058. Esto amenaza con ser una carga para los futuros presupuestos de la UE, y pocos países tienen prisa por aumentar sus contribuciones a las arcas europeas.

A ojos de los economistas este fondo no supondrá el salvavidas que blinde la recuperación europea y recuerdan que es menor a cualquier paquete que el Congreso de EEUU pueda aprobar. Además resaltan como la economía estadounidense cuenta con una menor dependencia del turismo y el comercio.

Precisamente, las restricciones y la precaución por parte de los turistas afecta particularmente a España, Grecia y Portugal. Es probable que los países que dependen más de los turistas extranjero, como es el caso español, experimenten recuperaciones más lentas.

"La economía de la zona euro ha sufrido un golpe mayor debido a que sus confinamientos fueron más severos que los de EEUU y consideramos que su PIB se mantendrá por debajo de los niveles pre-crisis hasta finales de 2022", considera Kenningham, quien incide que las recuperaciones en España e Italia serán débiles debido a su dependencia de sectores como el turismo y la hotelería.

El consumo repunta un 5,6% en junio

El gasto del consumidor aumentó en EEUU un 5,6% en junio, acumulando así una caída interanual del 4,8%, una mejora sustancial desde los desplomes del 9,5% y el 16,3% en mayo y abril respectivamente. El gasto en bienes se ha recuperado por completo y aumentó un 4,1% interanual. No obstante, el desembolso en servicios acumula todavía una caída del 8,9% año a año. Los ingresos cayeron un 1,1%, la segunda disminución mensual debido a la reducción de las transferencias del gobierno, pero aún así registraron una subida del 7,4% interanual. La tasa de ahorro continúa bajando rápidamente, ahora a un 19% desde el 33,5% de abril. "El repunte del gasto del consumidor ha sido mucho más sólido de lo que la mayoría esperaba", destaca Andrew Hollenhorst, economista de Citi, que incide en que el rápido descenso en el ahorro respaldará el consumo. De esta forma se espera que el PIB repunte en el trimestre en curso más de un 20% en su tasa anualizada.

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