La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, ha abogado para que el próximo presupuesto financiero a largo plazo de la Unión Europea incluya un Plan Marshall europeo para la reconstrucción de la economía tras el impacto de la pandemia de coronavirus. Durante meses este presupuesto estaba atascado antes de la actual crisis. Ayer Francia anunció que iba a proponer que incluyera un fondo especial temporal para ayudas específicas más castigados por la epidemia.
Las demandas de Pedro Sánchez empiezan a ser escuchadas en Bruselas para las reuniones claves de la próxima semana del Eurogrupo y los líderes comunitarios. El presidente lleva reclamando desde hace semanas la creación de un Plan Marshall europeo para la reconstrucción de la economía tras superar la epidemia.
En una comparecencia para presentar una iniciativa para apoyar a los Estados miembros en la protección del empleo, Von der Leyen ha rechazado "inventar nuevas herramientas", en una clara referencia a los eurobonos y coronabonos que defienden Italia y España. La presidente ha justificado que llevaría varios años en diseñar una estructura.
La Comisión quiere cerrar con su propuesta la reivindicación de eurobonos
De esta manera, la Comisión vuelve a aplazar dar pasos hacia una unión fiscal y tumba la posibilidad de conceder una barra libre para mutualizar la deuda de los países. Sin embargo, Von der Layen se ha mostrado partidaria de una "respuesta rápida" a través de un plan de inversiones mediante el Marco Financiero Plurianual (MFP). "Hay quien pide ahora algo como un Plan Marshall. El presupuesto europeo debe ser el Plan Marshall que proponemos juntos para la ciudadanía europea", ha señalado la presidenta del Ejecutivo comunitario.
Las negociaciones del Marco Financiero Plurianual llevaban meses estancadas antes de la crisis en mitad de la disputa de los clásicos bloques comunitarios, pero la Comisión espera ahora impulsarlo para que sirva de puntos de sutura en la herida que se ha abierto entre el bloque sur y el norte.
Solución con algunos problemas: lleva meses estancada
Precisamente, ayer Francia, que se encuentra entre los ocho países que ha defendido la creación de coronabonos, anunció que iba a proponer un fondo especial dentro del MFP que sirva para ayudar a los países con más problemas con el coronavirus. La idea es que sirva para emitir deuda conjunta pero limitado "a cinco o diez años" en línea con una actuación conjunta de "posguerra".
Las palabras de Von der Leyen apuntan a una bendición de la idea. Ha afirmado que el presupuesto comunitario a largo plazo es una herramienta "extraordinaria" de inversión y convergencia en la que todos los Estados miembros confían y se mostró partidaria de que "encarne" la respuesta europea a la crisis del coronavirus.
El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, reconoció en una entrevista con Efe la semana pasada que el presupuesto comunitario, pese a ser la herramienta ideal para financiar este plan de recuperación, "no tiene la dimensión suficiente", así como que todavía no se ha aprobado un nuevo presupuesto plurianual para el periodo 2021-2027.
Los países de la Unión Europea mantienen una profunda división respecto al diseño y dotación de las cuentas comunitarias para ese periodo y estaban inmersos en su negociación cuando emergió la crisis del coronavirus, que ha paralizado estas discusiones. Los países que han rechazado hasta ahora la mutualización de la deuda que genere la pandemia son también los que abogan por un presupuesto más austero.
La fórmula del MEDE sigue abierta
Von der Leyen ha pedido que este presupuesto sea "la mayor expresión de solidaridad y responsabilidad" frente a la crisis. España e Italia forzaron la semana pasada un aplazamiento en las decisiones del Consejo Europeo ante la falta de concreción de las medidas que se iban a tomar nivel europeo. Las reuniones para desbloquear la situación se está produciendo a todos los niveles. La Comisión espera que el nuevo giro presupuestario, junto con el plan de desempleo de 100.000 millones, sirva para acercar posturas entre los socios comunitarios y enterrar la reivindicación de coronobonos. Pero la nueva propuesta no cierra el debate de fondo, si la nueva deuda que genere la lucha contra el de coronavirus se debe asumir a escote.
Alemania y Holanda defienden que las ayudas se deben canalizar a través del Mecanismo de Estabilidad Europeo (MEDE). Para las economías del sur de Europa significa volver a los años de rescate, troika y hombres de negro. Algo que defienden desde Berlín y Bruselas , pasando por La Haya o Helsinki. Toda ayuda deberían estar condicionadas.
Sin embargo, en las últimas horas las posturas tienden a suavizarse. Holanda pidió disculpas por su falta de solidaridad y está dispuesta a ceder con ayudas a corto plazo con un fondo sanitario que sufrague los gastos de atender a la emergencia médica.
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