La Comisión Europea (CE) presentará mañana jueves una iniciativa para proporcionar subsidios públicos respaldados por el conjunto de la Unión Europea para ayudar al mantenimiento del empleo en los países más afectados por el coronavirus, en concreto a través de sistemas como los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
Según el documento, al que tuvo acceso elEconomista, los Estados miembros proporcionarán garantías para obtener hasta 100.000 millones en los mercados con los que financiar este nuevo fondo.
El objetivo será apoyar a los trabajadores en los países más afectados por la pandemia, sobre todo Italia y España, según destacó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en un video este miércoles anunciando la propuesta.
La solidaridad europea
"Esta es la solidaridad europea en acción", resaltó von der Leyen, quien agregó que el nuevo instrumento "salvará millones de empleos durante la crisis y nos permitirá reiniciar rápidamente el motor económico de Europa".
Según el documento, este nuevo instrumento "actuará como una segunda línea de defensa, apoyando esquemas de trabajo a corto plazo y medidas similares, para ayudar a los estados miembros a proteger los empleos y, por lo tanto, a los empleados y a los autónomos contra el riesgo de desempleo y pérdida de ingresos".
Irá destinado a complementar a los esquemas nacionales temporales para evitar las perdidas de empleo, como los ERTES
Por lo tanto, irá destinado a complementar a los esquemas nacionales temporales para evitar las perdidas de empleo, como los ERTES o el sistema alemán Kurzarbeit. Con ese fin, cubrirá parte del "aumento severo y repentino del gasto público" dedicado a a estos esquemas, según señala el documento.
Los 100.000 millones en particular se asignarían para respaldar la carga financiera adicional de los esquemas nacionales de trabajo a corto plazo y medidas similares a causa del parón provocado por el coronavirus.
"Será un mecanismo "ad hoc y temporal en vista de su base legal"
La Comisión advierte de que este instrumento será un mecanismo "ad hoc y temporal en vista de su base legal". Por lo tanto, no se convertirá en el seguro de desempleo europeo permanente, que piden desde hace años en el Parlamento Europeo y Estados miembros como Francia y España.
Su base legal será el artículo 122, que permite el apoyo de la UE en tiempos de crisis excepcional. El artículo 122 (2) se ha utilizado solo una vez antes, como base legal para el establecimiento de un Mecanismo Europeo de Estabilización Financiera (MEEF) temporal durante la crisis financiera, y el antecesor del MEDE.
El fondo estará disponible una vez que los Estados miembros ofrezcan garantías de al menos 25.000 millones de euros
El nuevo fondo estará disponible una vez que los Estados miembros ofrezcan garantías por un total de al menos 25.000 millones de euros, y Bruselas detalla que no estará disponible para el Reino Unido, tras haber abandonado el bloque el pasado 31 de enero.
El mecanismo se activará tras una solicitud de un Estado miembro. La Comisión jugará el papel central, verificando el alcance del aumento del gasto público relacionado con la creación o expansión de los esquemas nacionales de apoyo al trabajo. En nuestro caso, cuánto se han disparado los ERTES a causa del coronavirus y cuál ha sido el coste económico. Tras esa verificación, el Ejecutivo comunitario evaluará los términos del préstamo, incluida la cantidad, los vencimiento, los costes y otras modalidades técnicas.
Los préstamos a los tres Estados miembros más beneficiados no debe exceder los 60.000 millones
Como límite, la Comisión establece que la parte de los préstamos otorgados a los tres Estados miembros más beneficiados no debe exceder los 60.000 millones de euros.
La Comisión indica que las garantías otorgadas por los Estados miembros se establecerán "de forma voluntaria", y se hará en función del tamaño de su economía. Pero una vez comprometidas, serán "irrevocables, incondicionales y bajo demanda,".
El Eurogrupo discutirá este nuevo instrumento el próximo martes, como parte de las diversas herramientas que la UE está explorando para abordar las consecuencias económicas del coronavirus.