George Soros forma parte de la coreografía de Davos. Sus discursos anuales desde el resort alpino vienen cargados de advertencias sobre las amenazas a las sociedades abiertas. En la cena de ayer por la noche, y a la que estuvo invitado elEconomista, el multimillonario y filántropo cargó contra sus tres enemigos favoritos estos últimos años: Donald Trump, Facebook y el presidente chino, Xi Jinping.
El inversor, conocido por su ataque a la libra en 1992, acusó a Facebook de trabajar con el presidente de EEUU para conseguir su reelección. Aunque este año también sumó a otros a su 'lista negra', como Matteo Salvini, a quién describió como el "aspirante a dictador de Italia".
Como en años anteriores, Soros volvió a pintar un panorama lleno de grises y oscuros, avisando que "la supervivencia de las sociedades abiertas está en peligro y enfrentamos una crisis aún mayor: el cambio climático".
Mientras tanto, Estados Unidos, China y Rusia estaban en manos de "dictadores potenciales o reales".
Trump, "enfermedad maligna"
Describió a Trump como el "narcisista supremo" cuyo narcisismo desarrolló una "dimensión patológica" cuando llegó a la Casa Blanca.
Dado que un gran número de "seguidores" adquirió "su realidad alternativa", el narcisismo de Trump se convirtió en una "enfermedad maligna" durante su presidencia, ahora achuchada por el proceso de destitución en el Parlamento (impeachment).
"Una economía sobrecalentada no puede mantenerse hirviendo por mucho tiempo"
A pesar del sólido crecimiento de EEUU y el bajo récord de desempleo, con los que Trump sacó pecho ante el Foro de Davos el martes, Soros advirtió de los riesgos que ha generado.
"El equipo económico de Trump ha logrado sobrecalentar una economía ya boyante", y añadió que "una economía sobrecalentada no puede mantenerse hirviendo por mucho tiempo".
En el turno de preguntas, cuando se le interrogó sobre Facebook, uno de los blancos de sus críticas preferidos, Soros apuntó que la compañía está ayudando a Trump a ganar las elecciones en noviembre.
Tras el torrente de críticas durante los pasados años, sobre todo tras el escándalo de Cambridge Analytica, la compañía de Mark Zuckerberg no está haciendo "en absoluto" un mejor trabajo hoy, dijo.
Opinó que Facebook jugó "un papel importante" en la elección del candidato republicano en 2016, y alertó que podría volver a suceder lo mismo este año.
"Facebook trabajará para reelegir a Trump y Trump trabajará para proteger a Facebook"
Describiendo prácticamente una conspiración, habló de un "tipo de operación informal de asistencia mutua o desarrollo de acuerdos" entre el presidente de los EEUU y la compañía.
"Facebook trabajará para reelegir a Trump y Trump trabajará para proteger a Facebook, de modo que esta situación no pueda cambiarse, y me preocupa mucho el resultado para 2020", añadió.
Soros, que no proporcionó ninguna prueba que respaldaran sus afirmaciones, ya ha cargado contra la plataforma en los últimos años.
Después de comparar la empresa con una compañía de juegos de azar que fomenta la adicción entre los usuarios y solo se preocupa por sus ganancias, el año pasado elogió a la comisionada Margrethe Vestager por perseguir a los gigantes tecnológicos.
La red social no se quedó lamiéndose las heridas. Tras sus ataques de 2018 también en Davos, la "número dos" de Facebook, Sheryl Sandberg solicitó información sobre los intereses financieros de Soros a su equipo.
La compañía también contrató a una firma de relaciones públicas para organizar una campaña contra Soros.
El "control total" de Xi
En su discurso de este año, Soros también fue en contra del otro todopoderoso del planeta: Xi Jinping.
Explicó que Xi "se convirtió en un dictador tan pronto como ganó la fuerza suficiente para hacerlo", usó la inteligencia artificial "para lograr el control total" sobre sus 1.300 millones de ciudadanos y "explotó las debilidades de Trump".
Pero al igual que Trump tendrá que luchar por su reelección este otoño, el éxito de Xi está "lejos de estar asegurado", apuntó.
Enumeró como sus debilidades la dependencia de China de la tecnología estadounidense, incluidos los microprocesadores que necesita para el desarrollo de 5G; el empeoramiento de su situación económica, el envejecimiento de la población y el consenso bipartidista en los EEUU sobre la amenaza que representa China.
Además, explicó que desde que Xi Jinping ha centralizado el poder en sus manos, la política económica de China también "ha perdido su flexibilidad e inventiva", al tiempo que su déficit y balanza comercial empeoraron.
El año pasado, Soros centró su discurso en Xi, "el enemigo más peligroso" para abrir sociedades abiertas, y pidió a Trump que "derribara" a los gigantes chinos de telecomunicaciones ZTE y Huawei.
Soros también volvió a cargar ayer contra el primer ministro húngaro, Viktor Orban, quien argumentó que representa "el ejemplo perfecto de dictadores que no saben cuándo dejar de ser represivos".
Así apuntó que la consecuencia de su extralimitación fue que perdió el poder local, incluso en Budapest.
Mil millones para universidades
Para abordar este escenario "sombrío" del planeta, Soros, que tiene nacionalidad húngara y estadounidense, depositó su esperanza en los movimientos juveniles y en la educación. Por esa razón, anunció que invertirá 1.000 millones de euros en la financiación de una nueva red de universidades, la Open University University Network (OSUN).
Describió este proyecto para apoyar a estudiantes, profesores e investigadores, como el "más importante y duradero" de su vida.
Esta red se basará en su universidad con sede en Budapest, la Universidad de Europa Central (CEU, por sus siglas en inglés), y Bard Colleague. La CEU ha estado en el centro de su disputa con Orban, quien expulsó a la universidad de su territorio.
Su objetivo es construir "la red educativa nueva e innovadora que el mundo realmente necesita" e invitó a "socios con visión de futuro" a unirse.