
Una parte del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha advertido de que los tipos negativos y los estímulos pueden causar ciertos efectos no deseados sobre los mercados y la economía de la zona euro. El banco central lleva desde 2014 inmerso en los tipos negativos y desde 2015 en las compras masivas de activos. Además en la reunión de septiembre se profundizó un poco más en dichas políticas. Frente a los efectos positivos sobre el crédito y la economía también se corre el riesgo de generar burbujas, una mala asignación de los recursos o generar salidas de capital hacia otras regiones más atractivas.
Una de las declaraciones más interesantes de la pasada reunión de diciembre ha quedado reflejada en las actas que se han publicado hoy jueves. "Algunos miembros han destacado la necesidad de prestar atención a los posibles efectos secundarios de las políticas monetarias actuales"
En la reunión "se sugirió que la liquidez creada por el Eurosistema debía ser vigilada cuidadosamente por su impacto en la intermediación bancaria y en los mercados de activos, es decir, acciones, vivienda y otros inmuebles, así como las salidas de capital fuera de Europa en busca de rentabilidad".
También se expresó cierta preocupación con respecto al impacto potencial de los tipos de interés negativos en los hogares de la zona del euro, y las dinámicas de ahorro y consumo también requieren una estrecha vigilancia, sostiene el documento publicado por el BCE.
El fuerte ascenso de la tasa de ahorro de los hogares durante la segunda mitad del año pasado hizo saltar las alarmas en el BCE. Algunos analistas y economistas aseguraron que este comportamiento estaba siendo provocado por ahorradores que buscaban compensar la pérdida de rentabilidad en sus activos a través de un mayor ahorro. Esta reacción es la opuesta a la que busca un banco central cuando baja el precio del dinero e inyecta liquidez en el sistema. Sin embargo, los últimos datos muestran una estabilización de la tasa de ahorro, con la ayuda de unas perspectivas económicas algo más halagüeñas.
Por otro lado, todavía no han tenido ningún efecto visible sobe las expectativas de inflación, según se desprende de las actas de la reunión de política monetaria que el organismo celebró en diciembre.
"En lo que respecta a las expectativas de inflación a largo plazo, los miembros indicaron que aunque las expectativas del mercado se habían estabilizado, el paquete de medidas de política monetaria de septiembre todavía no había tenido ningún efecto visible positivo", se puede leer en el documento, publicado por la autoridad monetaria este jueves.
Por otro lado, el Consejo de Gobierno concluyó que la implementación del sistema segmentado de la tasa de facilidad de depósito se había realizado sin contratiempos y había funcionado como se esperaba. "Liberó a los bandos de parte de sus costes por mantener exceso de liquidez, al mismo tiempo que preservó las tasas de los mercados monetarios en niveles bajos", detalló el BCE.
Durante el encuentro celebrado en el último mes del año pasado, los banqueros centrales se mostraron más optimistas con respecto a los datos macroeconómicos de la zona euro, ya que la autoridad monetaria no realizó una "revisión significativa a la baja".
No aparece mencionada en ningún momento la revisión de política monetaria que tiene previsto realizar Christine Lagarde. Según el gobernador del banco central de Austria, Robert Holzmann, dicha revisión comenzará la próxima semana.