
El nuevo plan presupuestario que el Gobierno ha enviado a Bruselas revela un nuevo escenario para los gastos y los ingresos públicos en 2020. La decisión del Ejecutivo de no incluir las medidas adicionales para aumentar la recaudación al hallarse en interinidad provoca una importante brecha de más de 5.000 millones, de manera que el gasto público adicional previsto cuadruplica los ingresos correspondientes.
Y es que el vaticinio de gasto adicional es de unos 6.380 millones de euros, una cantidad de la que la mayor parte proviene del aumento de salarios a funcionarios y la equiparación salarial de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que en máximos supondría un impacto de hasta 4.575 millones en 2020.
A esta cantidad se suma el incremento del coste de las pensiones, que el Ejecutivo calcula en unos 1.263 millones, y el subir esta prestación a las clases pasivas -141 millones-. Otras medidas iniciadas este año y que tienen un impacto importante en 2020 son el subsidio para parados mayores de 52 años -400 millones- y la ampliación del permiso de paternidad de ocho a 12 semanas -336 millones-.
Falta de ingresos adicionales
En cambio, los ingresos adicionales se quedan en 1.451 millones, una cifra cuatro veces inferior al gasto descrito. Los mayores aportes de recaudación vienen de los impuestos especiales y medioambientales.
La causa de la diferencia entre estos ingresos y el gasto está en que en el nuevo plan presupuestario no se abordan las medidas tributarias adicionales que hasta el Gobierno de Pedro Sánchez los documentos previos que se han ido enviando a Bruselas. Según explican desde el Ministerio de Hacienda, la situación de interinidad del Ejecutivo es lo que ha llevado a que se decida no incluirlas. De ahí que en sus cálculos de gastos e ingresos solo se tenga en cuenta la evolución inercial de la economía.
De esta manera, el Ejecutivo no incluye en sus previsiones medidas como poner una tasa mínima del 15% en el Impuesto sobre Sociedades, aumentar el IRPF a las clases altas, equiparar la fiscalidad del diésel con la de la gasolina o poner en marcha las tasas Tobin y Google, un conjunto de iniciativas con las que el Gobierno espera lograr más de 5.600 millones de euros.
Sin embargo, esto no implica que se renuncie a la planificada reforma fiscal, según indica Hacienda, desde donde se asegura que insistirán en sus planteamientos fiscales si los de Sánchez se mantienen en Moncloa tras la repetición electoral.
Cabe recordar el Ejecutivo toma esta decisión, la de no incluir en las previsiones enviadas a Bruselas subidas de impuestos, a menos de un mes de las elecciones, algo que sí ha hecho en el los casos del alza de pensiones y del incremento salarial de los funcionarios. Sin embargo, el impacto de este escenario es inmediato en el déficit previsto para 2020, cuya previsión se ha recalculado y aumenta en seis décimas de PIB -hasta el 1,7%- .
En cualquier caso, a pesar del vacío de normas tributarias, cabe recordar que el Gobierno prevé que la presión fiscal en España aumente en cuatro décimas el próximo año, pasando del 39,3% al 39,6%, su récord histórico.
Ingresos de 2019
Por otro lado, el Gobierno reconoce que en 2019 los ingresos se están viendo lastrados por las devoluciones extraordinarias derivadas de la exención en el IRPF de la prestación por maternidad, una cantidad calculada por la Agencia Tributaria en 1.200 millones, y un reembolso de 700 millones a Telefónica por el Impuesto de Sociedades.
Mientras, en el escenario inercial que contempla el Gobierno para 2020, los ingresos totales alcanzarán una cifra de 512.032 millones, que supondrán el 39,6% del PIB. En 2019 la ratio de ingresos públicos sobre PIB ascenderá al 39,3%. Hacienda estima que los impuestos sobre la producción y las importaciones registrarán un crecimiento de un 4,6%, llegando a los 150.684 millones, gracias consumo final privado.
En lo que respecta a los ingresos por cotizaciones, se prevé que en 2019 registren un crecimiento muy dinámico, hasta el 12,8% del PIB, frente al 12,4% del PIB de 2018. Este resultado se debe a tanto a la evolución del mercado de trabajo y el incremento de los salarios. También se tiene en cuenta el impacto de las medidas adoptadas desde finales de 2018 como el incremento del Salario mínimo Interprofesional (SMI), que a su vez conlleva un aumento de las bases mínimas de cotización, y la subida salarial de los funcionarios.
En lo que respecta al gasto total, el Gobierno estima que alcance una cifra de 516.323 millones en 2019 y de 534.500 millones en 2020, que supondrá en ambos casos un 41,3% del PIB. Una de las partidas que más crece es la remuneración de asalariados públicos, que habrá aumentado a cierre de 2019 al 4,4% interanual hasta suponer el 10,7% del PIB por el comportamiento observado en las Administraciones Territoriales durante el primer semestre, donde los salarios están creciendo por encima de las previsiones iniciales.
Cabe recordar que esta rúbrica incorpora el incremento salarial de los empleados públicos del 2,25% para 2019, más un 0,25% adicional asociado a un crecimiento del PIB igual o superior al 2,5% según el dato de avance publicado por el Instituto Nacional de Estadística, y otro 0,25% más correspondiente a los fondos adicionales. Para 2020 el gasto se mantendrá estable en el 10,7% del PIB.