
Las sucesivas ofertas de empleo público y el incremento de las pensiones aprobados por el Gobierno durante el mandato de Pedro Sánchez suponen una losa para el Estado. Según los datos de ejecución presupuestaria de abril del Ministerio de Hacienda, el déficit del Estado ha subido un 39%.
De esta manera, el balance negativo de la Administración central alcanza los 8.195 millones de euros, 2.300 más que a estas alturas de 2018. En un comunicado, Hacienda justifica esta evolución por un incremento de los gastos del 3,8 contra un alza de los ingresos de solos el 0,4%.
Este alza del déficit se concreta en "una mayor subida de la remuneración de los asalariados y de la subida de las pensiones cuyas revalorizaciones computaron más tarde el año pasado tras la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2018".
Reducción de los ingresos tributarios
En términos generales, los ingresos no financieros no pasan tampoco por su mejor momento. En abril descendieron hasta los 71.678 millones, un 7,2% menos que en 2018. Esta diferencia, según Hacienda, estaría causado por el calendario de las autonomías, que habrían desplazado a mayo ingresos impositivos por valor de 5.502 millones.
Esta reducción se deja notar en la caja lograda por todos los tributos. Los ingresos por impuestos directos y cotizaciones sociales bajan un 11,2% y en los procedentes de los indirectos descendieron un 6,4%. El Impuesto sobre Sociedades es el que mayor descenso sufre, con un 98%, aunque en este caso esta abrupta diferencia se debería a la gestión del cobro del propio tributo.