
El Gobierno aprobará su anunciada oferta pública de empleo de la Administración Central en el Consejo de Ministros del próximo viernes. Se tratará de más de 31.000 plazas con las que, con todo, no se crearán nuevos puestos de trabajo sino que se cubrirán las jubilaciones presentes y futuras que se van a producir en las diferentes administraciones.
Fuentes del Ministerio de Administración Pública precisan que todavía no se ha cerrado el número de plazas, aunque se da por hecho que será ligeramente superior a la de 30.800 convocada el año pasado. La cifra definitiva se cerrará con los sindicatos en las reuniones que el departamento que dirige Meritxell Batet celebrará esta tarde y mañana con los sindicatos del ramo.
Según indican estas mismas fuentes, con esta convocatoria, y con la del año pasado, se quieren cubrir las plazas vacantes que han venido quedando por jubilación o bajas en los últimos años y que no se han podido cubrir por el bloqueo de la tasa de reposición por la crisis.
Sin gasto adicional
De hecho, indican que ante las previsibles jubilaciones de los próximos años es muy posible que estas convocatorias se vuelvan a repetir. Eso sí: precisan que no se va a producir ningún incremento del gasto puesto que se van a reponer puestos, no crear ninguno nuevo.
De esta manera, la esperanza de Función Pública es incluso la de reducir el gasto en personal, puesto que los nuevos funcionarios tendrán un salario más reducido que el de los que se han ido jubilando, que cobrarán más gracias a los 'plus' de experiencia.