
El cada vez más enrevesado debate del Brexit dentro del Reino Unido parece estar condenado a una ruptura sin acuerdo que podría seguir depreciando a la libra esterlina y devolver los aranceles a una parte importante de los bienes comerciables. Reino Unido es el tercer mercado para las exportaciones españolas de bienes y servicios, solo por detrás de Francia y Alemania, por lo que una caída de las compras británicas de bienes y servicios españoles puede tener un repercusión notable sobre la economía española.
Aunque el Brexit sin acuerdo aún no es un hecho, la libra ya se ha depreciado un 6,8% contra el euro desde los máximos anuales que alcanzó en abril. Las probabilidades de una salida desordenada aumentan y ahora que Boris Johnson ha descartado cualquier tipo de prórroga, la libra vuelve a sufrir un vapuleo importante. Una libra a la baja y los futuros aranceles tras una salida sin acuerdo pueden poner en peligro los 38.746 millones de euros (entre bienes y servicios) que los británicos compran a España.
El superávit de España con Reino Unido
De esa cantidad, 18.977 millones (la mitad) pertenecen la exportación de bienes, mientras que el resto son exportaciones de servicios, entre los que sobresalen los servicios turísticos, que representan alrededor de un 32% de todas las exportaciones, según los datos del ICEX. En lo que a bienes se refiere, España presenta un superávit (exportaciones menos importaciones) de 7.528 millones de euros.
Dentro de los bienes, el automóvil ocupa un lugar de protagonismo (son el 20% de todas las exportaciones de bienes españolas) con más de 4.000 millones de euros vendidos a Reino Unido en 2018 en este concepto, un 25,5% de todas las exportaciones de bienes a las islas.
Aunque desde Londres ha mostrado cierta predisposición a no 'tasar' una parte importante de los bienes a corto plazo (para suavizar el golpe económico de un Brexit duro), el caso de los automóviles sería bien diferente. El Gobierno especuló con aranceles del 10% o más sobre los vehículos de la UE para proteger su industria tras una salida sin acuerdo.
Por último, destacan las ventas de máquinas y aparatos mecánicos, por un valor de 1.317 millones de euros (un 6,9% del total) y mirando ya al campo, las frutas (tanto frescas como congeladas) con 1.036 millones (un 5,5%), lo que podría afectar de forma importante a las regiones del sur de España como Murcia, Andalucía o Castilla-La Mancha.
El turismo (y su empleo) podría ser el sector más afectado tras una salida desordenada y el desplome de la libra contra el euro
Como mostró el Instituto Nacional de Estadística esta semana, los británicos siguen siendo la gasolina que mantiene activo el sector turístico en España, liderando las llegadas en lo que va de año con 10,5 millones, pero lo cierto es que ya se está registrando un pequeño descenso respecto a los datos del año anterior. Aún así, siguen siendo los turistas que más gastaron de forma agregada hasta junio con más de 10.200 millones de euros.
Para entender cómo afectaría un Brexit sin acuerdo (y, por ende, la caída de la libra) a las decisiones de gasto de los británicos sólo hay que ver lo que les costaba un doble de cerveza en España unos meses antes del referéndum y lo que les cuesta ahora. Antes de junio de 2016, un turista inglés (por ejemplo) pagaba alrededor de 1,9 libras (suponiendo que la cerveza cueste 2,8 euros) por la cerveza y hoy tendría que pagar alrededor de 2,6 libras por el mismo doble. El consumo de cerveza en España les cuesta ahora un 35% más que en 2016 y sin tener en cuenta el incremento de la inflación durante esos años. Esa cantidad que en la cerveza pudiera parecer asumible podría haberse trasladado también al coste de las pernoctaciones y demás servicios turísticos.
Este incremento de los precios relativos para el turista británico puede erosionar el gasto de estos consumidores en España en el mejor de los casos o invitar a que el turista elija otro destino más atractivo (como Turquía aprovechando el hundimiento de la lira) en el peor escenario.
Ya vienen menos turistas británicos a España aunque el gasto se incrementa levemente
Como destaca el propio ICEX en una nota, en lo que a servicios se refiere, Reino Unido es el primer mercado para los servicios turísticos españoles, seguido de Francia y Alemania. Las exportaciones de servicios turísticos tienen un peso del 30,4% sobre el total de exportaciones españolas. Los ingresos por turismo procedentes de Reino Unido todavía han aumentado un 2,8% en 2018, según datos del Banco de España, alcanzando los 12.666 millones de euros en 2018.
La información del ICEX destaca que "Reino Unido siguió siendo en 2018, con mucho, el principal mercado emisor, con más de 18,5 millones de viajeros. Pero la cifra supone una caída del 1,6% en relación al récord de año precedente".
Esta caída de las visitas de viajeros británica podría estar muy relacionada con la recuperación de destinos rivales (y que son sustitutos de España) como Turquía y Egipto, a los que los touroperadores internacionales han empezado a desviar viajeros europeos tras años de inseguridad en esa región ante el auge del terrorismo y el derrocamiento de gobiernos que llevaban años en el poder.
El turismo sustituye a la construcción en el empleo
Una caída de los viajeros británicos y de su gasto puede golpear de forma directa al empleo en el turismo, un sector vital para España, no sólo por el tamaño, sino también por haber 'cobijado' a una parte de los parados fruto del estallido de la burbuja inmobiliaria en España. Sin ir más lejos, el turismo cuenta hoy con unos 2,7 millones de ocupados, cifras similares a las que ocupaba el sector de la construcción en su punto álgido en 2007.
Por último, la misma nota de ICEX también destaca que Reino Unido fue el primer destino de nuestras exportaciones de servicios no turísticos en 2018, con un total de 6.956 millones de euros según datos del Banco.
Por todo ello, el Consejo General de Economistas (CGE) calcula que un Brexit sin acuerdo podría costar al PIB español unos 0,9 puntos porcentuales, mientras que una salida ordenada con acuerdos comerciales reduciría el coste a unos 0,5 porcentuales.