Deporte y Negocio

El coronavirus mantiene a la industria del deporte bajo la amenaza de pérdidas multimillonarias

  • Multitud de categorías esperan el desenlace de la crisis sanitaria mundial
  • En juego, miles de millones de euros en premios, patrocinios, taquillas...
  • El agujero en el deporte de EEUU puede ser de más de 9.000 millones de euros
Foto: Getty.

El desconocimiento de cómo y cuándo se producirá el proceso de desescalada del confinamiento por el coronavirus agrava aún más la incertidumbre de uno de los sectores que ha paralizado su actividad casi por completo, el del deporte. Sin saber todavía si se podrán retomar las competiciones, los diferentes organismos calculan la magnitud del golpe económico que supondría decir adiós a la temporada, un agujero que significaría miles de millones de euros. Coronavirus, última hora, en directo.

A la espera de cómo evolucione la enfermedad en los distintos países, algunos deportes aún han aplazado la decisión final de qué hacer con sus ligas. La economía de la gran mayoría de sus clubes depende en buena medida de lo que suceda: multitud de contratos televisivos, de patrocinio, ingresos en concepto de taquillas, de marketing o de premios deportivos quedan en al aire, a expensas de saber si las competiciones se reanudan o si, las circunstancias sanitarias hacen imposible la disputa de las ligas.

En España, el fútbol se juega una buena cantidad de dinero. En pleno proceso de ERTEs y/o reducciones de salario de los futbolistas, la patronal ha calculado el golpe, en caso de no acabarse la temporada, en más de 700 millones de euros sin contar el impacto en otros sectores tangenciales (como la hostelería). Si se añaden el resto de grandes ligas europeas (Premier League inglesa, Bundesliga alemana, Serie A italiana y Ligue 1 francesa), la cantidad en juego es de unos 4.000 millones de euros, de acuerdo con la consultora KPMG.

La otra gran incógnita es la de la Champions League y Europa League. Aún no se sabe qué pasará con ambos trofeos con una sustanciosa cantidad de premios y contratos del total de los 2.550 millones de euros que la UEFA destina a las dos competiciones y que actualmente es el gran botín, junto a los derechos televisivos nacionales, de los equipos de élite.

Queda al margen una Eurocopa que no desaparecerá, sino que se trasladará a 2021. Repartida en 12 ciudades europeas, resulta complicado establecer un posible impacto, pero sirve de referencia el de la última edición, en Francia, que según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico fue de más de 1.200 millones de euros.

Junto a la Eurocopa, el gran evento que estaba planificado para este verano son los Juegos Olímpicos de Tokio, que también han sido aplazados a 2021. Japón tendrá que esperar un año más para tratar de rentabilizar una gran inversión en infraestructuras de gran calado. Algunos estudios calculan que la caída del PIB nipón por el aplazamiento de los Juegos será del 1,4%.

La organizacion local estimaba en unos 5.600 millones de euros el dinero en patrocinios nacionales, venta de entradas y derechos de televisión, una cantidad que de momento no llegará a las arcas japonesas, que han sufrido, contando todos los gastos derivados, un golpe de 35.000 millones de euros para tener a punto todas las las instalaciones, servicios y equipamientos necesarios para la gran cita deportiva.

Los grandes deportes de EEUU podrían generar pérdidas de 9.000 millones de euros si las competiciones no se retoman en verano

Otro negocio que vive en vilo es el de la NBA. En EEUU, el país con más muertos y afectados por el coronavirus, nada se sabe sobre la reanudación de la competición de baloncesto más famosa del mundo. Tras un recorte salarial del 25% a sus jugadores, la prensa nacional cifra el coste de una temporada interrumpida en aproximadamente en 1.100 millones de euros.

Las pérdidas de la NBA no serían las únicas. De acuerdo con las estimaciones de la revista Forbes, el coste total de un parón más allá de julio en la industria del deporte sería de más de 9.100 millones de euros, sumando los impactos en las grandes ligas de béisbol, fútbol americano, hockey hielo, fútbol y automovilismo.

El mundo del motor también se ha visto perjudicado por el coronavirus. Los mundiales de motociclismo y Fórmula 1 vieron cómo la pandemia se llevaba por delante su comienzo de temporada y, a la espera de conocer si se podrán realizar con retraso, las posibles pérdidas son grandes.

A falta de estimaciones oficiales, algunos datos son elocuentes. Datos de publicaciones especializadas como business-sports.es cifran en 2.250 millones de euros el impacto económico de una temporada de Fórmula 1. La empresa organizadora, Liberty, tiene unos ingresos anuales de más de 1.850 millones de euros en su filial de F-1, según las últimas cuentas disponibles.

Dorna Sports, la gestora del mundial de motociclismo, también se juega una buena cantidad de dinero: en 2019 tuvo ingresos por más de 300 millones de euros y, con media temporada en suspensión, aún desconoce si el paddock reabrirá este año.

El circuito del tenis también espera acontecimientos. Con la temporada suspendida hasta junio, la primera víctima ha sido Wimbledon. Uno de los Grand Slam más populares no se jugará en 2020, que genera más de 280 millones de euros, dará un buen bocado a Londres, pero no a su organizadora, que tendrá una indemnización de 114 millones de euros en virtud de un poco frecuente seguro contra pandemias.

Tras el fiasco del torneo más antiguo del mundo, y con Roland Garros y Open de Australia todavía en firme, toda la atención se centra en un US Open celebrado en una de las ciudades más afectadas del mundo por la enfermedad (Nueva York) y que, de cancelarse, dejaría un hueco de entre 320 y 370 millones de euros.

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