La importancia de llamarse Nueva York en la NBA: el poderío económico de la Gran Manzana... sin títulos

EEUU siempre fue rey del marketing y el espectáculo, sobre todo en Los Ángeles y Nueva York. Sus dos urbes más grandes han contribuido a crear una máquina del negocio que, lógicamente, ha tenido una repercusión histórica en el deporte. Impulsados por ello, Lakers y Knicks se convirtieron en dos entidades titánicas dentro de la segunda disciplina más seguida del país, la NBA. Una liga que arranca este año su 74ª edición y que, por primera vez, tiene aspiraciones reales de que Clippers y Nets, los 'hermanos pobres', instauren una era donde trasladen sus buenos resultados deportivos a los ingresos económicos, para acabar poniéndose a la altura de aquellas franquicias sobre las que siempre han vivido en la sombra.
Como si de una clara intención de seguir caminando de la mano, pues desde su fundación Los Angeles Clippers y Brooklyn Nets han compartido pasos semejantes, este verano ambos equipos fueron los grandes protagonistas al ser el atractivo de cuatro de los mejores jugadores que estaban sin contrato. De la noche a la mañana, al Oeste se fueron Kawhi Leonard y Paul George mientras que al Este llegaron Kevin Durant y Kyrie Irving.
Cuatro superestrellas para tratar de dar el golpe definitivo tras años donde angelinos y neoyorquinos se han colocado a la altura, o incluso por encima, de sus 'hermanos ricos' en cuanto a resultados en la cancha. Siete temporadas seguidas quedando mejor que los Lakers (seis de ellas en Playoffs, por solo una de los de púrpura y oro) y cuatro clasificaciones entre los 16 mejores por también solo una de los Knicks en este septenio, avalan a Clippers y Nets, que ahora buscan su primer anillo para tener un impacto similar al de Golden State Warriors.
La franquicia que ha dominado el baloncesto norteamericano en el último lustro ha visto cómo sus títulos han servido para un crecimiento económico del 367%. Algo que con los mencionados Leonard y George y Durant e Irving quieren imitar en Los Angeles Clippers y Brooklyn Nets, actualmente novena y sexta franquicia en valor financiero (según Forbes) por el segundo y primer puesto de sus vecinos.
Leonard y George son los dos pilares sobre los que asentar el impulso que dará el nuevo pabellón de los Clippers
Con una tasación de 1.980 millones de euros, ante los 3.330 de los Lakers, los Clippers llevan una década en constante crecimiento que ha servido, entre otros resultados, a dar la vuelta a un preocupante balance negativo en sus cuentas de 10,39 millones. En 2019 con un beneficio de 35,97 'kilos' y unos ingresos de 232 millones, el futuro se augura mucho más esperanzador bajo la sombra del dueño más rico de toda la NBA.
Steve Ballmer, ex CEO de Microsoft, es la decimonovena fortuna del mundo y desde su llegada en 2014 ha reconvertido a una franquicia que nació a orillas de Nueva York en los 70, en Búfalo, cruzó todo el país para mudarse a San Diego y acabó echando raíces en Los Ángeles... pero bajo el aplastante poderío de los Lakers. Ahora, tras estar todo el siglo XXI compartiendo pabellón, Ballmer se ha cansado de ser el telonero y para 2024 ya ha planeado un cambio a la localidad de Inglewood.
A solo 17 kilómetros del Staples Center, los Clippers quieren construir un nuevo feudo para el que ya han presentado proyecto y han presupuestado un gasto de mil millones de dólares (900 millones de euros). Una idea que ha tomado peso con los fichajes mediáticos, en la que buscan otra etapa gloriosa tras la conocida como 'Lob-City' donde se juntaron Chris Paul, Blake Griffin y DeAndre Jordan. Sin embargo, y como si de un regreso a su pasado se tratase, el último inconveniente para este traslado es una demanda desde Nueva York, en concreto del grupo que dirige los Knicks. Una Madison Square Garden Company que posee el mítico Forum, ubicado justo al lado de los terrenos sobre los en los que quieren edificar los Clippers, y con el que competiría como sede de otros posibles eventos.
De superar la denuncia, por la que Ballmer está "convencido" de salir triunfante, 'el hermano pobre' tendrá un nuevo feudo para 18.000 espectadores. Este será de ayuda en el crecimiento económico y se espera que supere los 255 millones que le reporta actualmente el Staples.
Mientras, a corto plazo los Clippers quieren ya ir recortando distancias económicas con los Lakers (quienes también se han reforzado deportivamente, sumando a LeBron James la llegada de Anthony Davis), aprovechando el tirón mediático del último MVP de las Finales y de uno de los jugadores más completos del planeta. Unas incorporaciones claves para aumentar los 680 'kilos', que tienen de mercado, y su imagen de marca, valorada en 211 millones, y acercarse a las altas cifras en las que se mueve la otra franquicia angelina.
El cofundador de Alibaba adelantó la compra de las acciones restantes de los Nets tras la llegada de Durant e Irving
De la misma forma, en el Este se librará otra batalla por alterar el orden establecido e iniciar una nueva era. Valorados en 2.160 millones de euros, ante los 3.600 del gigante Knicks, los Brooklyn Nets han dado este verano dos de los pasos posiblemente más importantes de su historia al sumar al fichaje de Durant e Irving, el cambio de dueño en la franquicia.
Joseph Tsai, cofundador de Alibaba y la fortuna número 147 del mundo, adelantó el pago del 51% de las acciones que poseía el ruso Mikhail Prokhorov (planeado para 2021) y se hizo con la totalidad de los Nets por 3.012 millones de euros (que se suman a los 900 que pagó en 2018 por el 49%). De ellos, mil millones corresponden a la propiedad del Barclays Center, feudo que con la también entrada de un consejero delegado buscará nuevos activos para revalorizarse desde los 518 'kilos' que aportaron al valor del equipo en 2019.
En constante crecimiento su tasación durante la última década, los Nets han tenido que superar la difícil situación económica que se generó con el traslado al barrio de Brooklyn (anteriormente estuvieron en Manhattan, con su llegada a la NBA en 1976, y en Nueva Jersey, desde el 78 hasta el 2012) y la mala racha de resultados, precedida por una de las peores operaciones entre jugadores de la historia del baloncesto. En el último resultado económico, la franquicia neoyorquina consiguió un beneficio de 57,66 millones tras haber tocado fondo, en 2015, con casi 90 'kilos' de pérdidas.
Pero ya estabilizadas las cuentas del difícil proceso que inició Prokhorov, con Tsai los Nets sueñan a lo grande. Para ello será clave la entrada de las dos nuevas estrellas, que den un impulso competitivo a una plantilla que ya ha luchado en el último curso en Playoffs y aumenten, tanto el negocio de mercado (en 658 millones en 2019) como la marca de la franquicia (valorada en 190 'kilos').
Sin embargo y en una conferencia, a priori, más sencilla que la de los Clippers, la meta deportiva de los de Brooklyn se instaura en un anillo que rozaron en 2002 y en 2003 con dos finales perdidas consecutivas. De alcanzar este objetivo, junto a los nuevos planes que tiene de progresión el cofundador de Alibaba, el 'sorpasso' en Nueva York podría darse en la nueva era que promete el inicio de la liga y donde sus vecinos los Knicks se presentan como una de las peores plantillas de la NBA, solo sujetadas por lo que la 'Gran Manzana' y el Madison Square Garden significan como imagen de negocio.