Los cambios en el tramo autonómico del IRPF para 2022 aprobados por la Comunidad de Madrid y los que prepara la Generalitat de Cataluña supondrán agrandar la brecha fiscal que separa a ambas regiones en favor de la capital estatal, tanto para las rentas bajas como para las medias y altas. Como ejemplo, un catalán que cobre 45.000 euros brutos anuales deberá pagar por encima de 520 euros más que un madrileño con el mismo sueldo, una diferencia un 30% superior a la actual.
También las rentas más bajas ven aumentar la diferencia, pagando más de 90 euros más en Cataluña que en Madrid con la nueva normativa, 20 euros más que ahora (+27%). Solo ven reducirse la brecha los salarios brutos de alrededor de entre 20.000 y 30.000 euros, si bien sigue siendo mucho más favorable el caso de la región madrileña, según los cálculos del Consejo General de Economistas consultados por elEconomista (ver gráfico).

Precisamente en el caso de salarios brutos antes citados, Cataluña es actualmente la comunidad autónoma con el importe a pagar más alto de toda España, según el estudio de fiscalidad que elabora anualmente el Consejo General de Economistas, y lo seguirá siendo pese a las modificaciones anunciadas por el consejero de Economía catalán, Jaume Giró, para 2022, y que supondrán para la Generalitat una reducción de la recaudación de unos 19 millones de euros en 2023, cuando se realice la Declaración de la Renta de 2022, según sus propias estimaciones.
Giró, que necesita del apoyo de En Comú Podem para sacar adelante la medida, lo defendía la semana pasada como una acción para favorecer a las rentas inferiores a 35.000 euros. Sin embargo, en la práctica, quienes tengan un salario bruto superior a 24.500 euros -que se traduce en una base liquidable de 21.000-, verán subir el tipo aplicable en la parte de su renta que sobrepase esa cifra para compensar la reducción en el nuevo tramo más bajo.
Aunque Cataluña cree un nuevo tramo autonómico para las rentas inferiores a una base liquidable de 12.450 euros -que equivale a un salario bruto de 16.900 euros-, con un tipo aplicable que será 1,5 puntos inferior al actual, seguirá estando muy por encima del tipo de Madrid, con un 10,5% en Cataluña, frente al 8,5% en la Comunidad de Madrid desde 2022, mientras que actualmente es del 9%.
Las diferencias pueden ser mayores si se tienen en cuenta las deducciones
Además, la Comunidad de Madrid ya tiene ahora las mejores condiciones fiscales para salarios brutos a partir de 110.000 euros, lo que se verá incrementado con la reducción de medio punto en todos sus tramos autonómicos para 2022.
Estos cálculos toman como base el caso de una persona soltera y sin hijos, pero las diferencias pueden ser mayores si se tienen en cuenta las deducciones para las familias, y alimentan el pesimismo empresarial en Cataluña respecto a la pérdida de competitividad fiscal de la región a la hora de atraer y retener inversiones y talento.
La capital premia natalidad y ahorro
La Comunidad de Madrid (CAM) favorece la natalidad a través de unas mayores cuotas en el mínimo personal y familiar; es decir, con mayor ahorro en el IRPF. Para determinar la cuota íntegra, las comunidades aplican unas reducciones por mínimo personal y mínimo familiar. En las de régimen común, el mínimo personal se determina al aplicar la escala del impuesto sobre una cantidad determinada.
Tax Foundation compara el impacto en esta cuota íntegra de los diferentes mínimos personales y familiares: cuanto más elevados sean, menos tendrá que pagar el contribuyente en términos de IRPF.
Cataluña, en torno a 17.420 euros brutos anuales, es la CCAA con peor puntuación en el mínimo personal y familiar tan sólo por detrás de Navarra. Madrid y Baleares que tienen mínimos familiares para el tercer y cuarto hijo más elevados, mejorando la normativa a nivel estatal y favoreciendo el ahorro para aquellos contribuyentes que fomentan la natalidad.
Competitividad fiscal
La clasificación del Índice Autonómico de Competitividad Fiscal (IACF) de 2021 volvió a colocar a la Comunidad de Madrid en la primera posición, con una puntuación de 7,19, y a Cataluña como la región fiscal menos competitiva, con una nota global de 4,63.
Ambas Comunidades Autónomas repitieron puestos en la tabla elaborada por Tax Foundation. Cataluña, en la última posición, cuenta con el doble de impuestos autonómicos que las demás comunidades y tiene "deficiencias en la estructura del Índice del Impuesto sobre la Renta", según el think tank.
Concretamente, en el índice que mide la Renta, la región madrileña se colocó en cuarto lugar, sin variación frente al anterior informe de 2019. Por su parte, Cataluña se posicionó en decimosexto lugar, también sin variación.
Como hitos anuales en materia fiscal que justifiquen la clasificación, hay que recordar que el gobierno popular madrileño ha aprobado una rebaja histórica de medio punto en todos los tramos autonómicos del IRPF, además de eliminar impuestos propios de la Comunidad, mientras Cataluña seguirá creando impuestos propios en 2022.
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