La Generalitat ha recibido este viernes el apoyo de todos los partidos catalanes excepto el PSC para posponer las elecciones autonómicas convocadas inicialmente para el 14 de febrero hasta el 30 de mayo, con reproches cruzados sobre que han primado los intereses partidistas por encima de los sanitarios.
De hecho, los datos de la pandemia previstos para el 14F no son mucho peores a los estimados cuando se convocaron los comicios catalanes, con la excepción de pacientes graves en las UCI, que sí son sensiblemente superiores y en aumento.
Mirando lo que está pasando en otros países europeos, Portugal mantiene su cita electoral del 24 de enero pese a contar con peores estadísticas sanitarias que Cataluña, mientras que el Estado alemán de Turingia las ha pospuesto de abril a septiembre con datos similares a los catalanes.
Lo que sí es seguro es que el retraso en los comicios catalanes -que PSC y Vox estudiarán si impugnan- tendrá repercusiones en la política y la economía.
En el primer ámbito, la formación que más tiene que perder respecto a lo que indican las encuestas actuales es el PSC, con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, como candidato a la Generalitat, y que se ha quedado compuesto y sin novia. Así, su gestión todavía en el Gobierno central los próximos meses puede erosionar las buenas perspectivas de voto que tenía hasta ahora.
También queda en el aire el futuro del actual líder del PSC, Miquel Iceta, para el que los socialistas buscan una salida política en un cargo internacional, según fuentes del partido.
Perjuicios irreversibles
En el ámbito económico, patronales y sindicatos catalanes coinciden en que el retraso electoral comportará perjuicios irreversibles por el tiempo perdido en unos momentos muy complicados para el sector productivo.
Dan por hecho que la Generalitat ya no aprobará Presupuestos para 2021, lo que complica poner en marcha nuevas políticas para combatir la crisis sanitaria, económica y social, y la falta de un gobierno estable también dificulta el aprovechamiento de los fondos europeos, expusieron en un comunicado conjunto Foment del Treball y Pimec.
El presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, lamentó en declaraciones a elEconomista que "habrá que seguir con unos Presupuestos de 2020 que ya no eran buenos para la economía, y en un momento en que muchos sectores están en caída libre". Deploró que "el año 2021, que debía ser el de la reconstrucción, Cataluña no tendrá ni Govern ni presupuestos de la Generalitat, y acabarán de hundir la economía".
Pérdida de empresas y empleos
Por su parte, el secretario general de CCOO de Cataluña, Javier Pacheco, auguró que el retraso electoral deja a la región en "una situación que puede significar la pérdida de miles de empresas y puestos de trabajo".
Sin nuevo Govern ni Presupuestos, sostuvo que costará más fortalecer el sistema sanitario y de dependencia, así como proteger a los trabajadores y empresas que sufren la restricción o paralización de su actividad.
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