
La escalada del euríbor pesa en los bolsillos. Las familias con hipotecas variables tendrán que destinar el 40% de sus ingresos a pagar las cuotas de amortización frente al 30%-35% que representaba dicho esfuerzo doméstico en 2022, justo cuando el indicador comenzó a despegar con el giro de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE).
Son estimaciones de Fitch Ratings en un informe elaborado sobre el mercado hipotecario español y portugués donde pronostica un "deterioro" en los indicadores del servicio de la deuda tomando de base un escenario donde los salarios subiesen un 5% y el euríbor se estabilizase en el 4%.
El análisis se enfoca en la calidad de los préstamos que las entidades empaquetan bajo estructuras de titulizaciones y las colocan en los mercados como deuda para fondear nuevos recursos, pero arroja proyecciones sobre el comportamiento del mercado.
Entre ellas advierte que se han apresurado los repagos para "mitigar" el aumento de las cuotas, con crecimientos del 18% observados en los préstamos titulizados en febrero frente al 10% o menos que representaba antes de que el euríbor comenzase su rally.
"Los prestatarios de tipo variable están dedicando sus ahorros a amortizar sus saldos hipotecarios con el fin de mitigar aumentos en las tasas de interés", refieren sus expertos.
En materia de pagos, confían en que esta tensión añadida al escenario de inflación se traducirá en una subida "moderada" del ratio de morosidad hacia umbrales cercanos al 3%-3,75% y con una incidencia muy limitada en las titulizaciones, aunque el euríbor haya saltado de negativo a casi al 4%, porque las carteras tienen una maduración media de 14 años o superior.
La vertical escalada del indicador pasará mayor factura cuando más reciente sea su firma en los préstamos variables. En una misma hipoteca de 150.000 euros a 25 años de plazo y con el precio calculado sobre el euríbor más un diferencial del 1%, su cuota se encarecerá entre el 8% y un 54% según su contratación sea hace más de 20 años o cuando el euríbor cotizaba en negativo.
En importes, eso supone añadir entre 53 y 289 euros más al mes a la cuota (entre 106 y 578 mensuales extra si el préstamo asciende a 300.000 euros).
La situación ha removido el mercado: las renegociaciones de hipotecas se han triplicado (entre enero y febrero estas operaciones sumaron 595 millones de euros según estadísticas del Banco de España frente a 180 millones en igual periodo de 2022), el préstamo mixto (unos años con cuotas estables y el resto ligadas al euríbor) ha orillado al tipo fijo y se libra una guerra soterrada entre bancos por captar clientes descontentos con perfiles solventes.
Con todo, los préstamos más vulnerables al alza de tipos se firmaron en los últimos cinco años, cuando el euríbor transitó en terreno negativo y corresponde con un periodo donde entre el 60% y 80% de las operaciones se firmaron a fijo.
Relacionados
- Podemos registra su proposición de ley para hacer gratis el cambio de hipoteca variable a fija
- La banca roba clientes que piden otra hipoteca variable más barata
- Las hipotecas mixtas despegan y ya son hasta el 60% de la nueva contratación
- La banca mediana libra la guerra por hipotecas al estancarse su demanda