Banca y finanzas

La gran banca rebaja su beneficio el 8,3% a la espera de recibir el impacto fiscal

  • Las seis mayores entidades suman unas ganancias de 10.297 millones de euros
Foto: Europa Press

Las seis mayores entidades bancarias españolas sumaron un beneficio neto de 10.297 millones de euros en el primer semestre de 2022, lo que representa una caída del 8,3% en comparación con el mismo periodo del año anterior, que estuvo afectado por algunos elementos extraordinarios, como la plusvalía de Bankinter por la salida a Bolsa de Línea Directa o el impacto positivo para CaixaBank de la fusión con Bankia. La retracción se produce a la espera de que las entidades registren en próximos trimestres el impacto del impuesto a la banca anunciado por el Gobierno.

Banco Santander experimentó unas ganancias de 4.894 millones de euros hasta junio, un 33% más interanual, tras un impacto por cargos de reestructuración de 530 millones en el mismo periodo del año anterior. Por detrás, BBVA alcanzó un beneficio atribuido de 3.001 millones de euros en el primer semestre, lo que supone un incremento del 57%, gracias al dinamismo de los ingresos, impulsados por el crecimiento de la actividad, la gestión de los gastos y las menores provisiones.

Cabe señalar que tanto Santander como BBVA generan una parte importante de su cuenta de resultados con su actividad internacional. En el caso de la entidad presidida por Ana Botín, el beneficio de Santander en España fue de 652 millones de euros, un 86% más, debido exclusivamente a la disminución de las dotaciones post-insolvencias y menores costes, que compensaron el impacto de la inflación. De su lado, BBVA ganó en España 1.012 millones hasta junio, un 11,5% más que un año antes. Si se excluye el impacto neto de 201 millones de euros por la compra de oficinas a Merlin, el beneficio del banco presidido por Carlos Torres se incrementó un 39% en España en el primer semestre.

CaixaBank cerró el semestre con un beneficio atribuido de 1.573 millones, un 62% menos, debido a que los resultados de un año antes incluían los impactos asociados a la fusión con Bankia. Sin estos extraordinarios, el beneficio creció un 17%.

En el caso de Sabadell, el resultado neto ascendió a 393 millones de euros, un 78,6% más respecto al mismo periodo del año pasado. Sin tener en cuenta TSB, la filial británica del grupo catalán, el beneficio neto atribuido se situó en 338 millones de euros a cierre de junio, un 86,6% más. Por su parte, el grupo Unicaja Banco ganó 165 millones hasta junio, un 62% más.

Bankinter registró un beneficio neto de 271 millones durante los seis primeros meses del año, un 76% menos, dado que las cuentas de 2021 incluían la plusvalía extraordinaria que el banco se anotó por la salida a bolsa de Línea Directa. La mejora de beneficio fue del 10,8% sin ese impacto y del 32% si se atiende solo a la actividad bancaria.

Aprovechando la presentación de sus resultados y tras la divulgación de la letra pequeña del impuesto a la banca, las entidades se han apresurado a realizar los primeros cálculos sobre su impacto. El peor parado, como se esperaba, es CaixaBank, que ayer estimó que soportará este año entre 400 y 450 millones de euros, lo que equivale casi a un tercio de los 1.500 millones que el Gobierno quiere recaudar con cargo a las cuentas del sector este ejercicio (su intención es ingresar otros 1.500 millones con cargo al beneficio de 2023). Su fuerte impacto tiene que ver con la posición de liderazgo en el mercado nacional y, sobre todo, con su sensibilidad a subidas de tipos al tener una cartera crediticia más vinculada a tipos variables que otras entidades.

BBVA lo cifró en otros 250 millones, una cifra que según expertos será ligeramente inferior a la que soporte el Santander. En definitiva: los tres grandes bancos se harán cargo de dos tercios del tributo y los 500 millones restantes caerán sobre las cuentas de media docena de entidades.

Los cálculos de Morgan Stanley

Morgan Stanley estima que el Sabadell soportará un cargo de alrededor de 137 millones este año, Bankinter de 68 millones y Unicaja unos 54 millones, con cifras algo superiores por la propia mejora de los ingresos en las cuentas de 2023. El tercio restante y a falta de los números definitivos, lo costearían Ibercaja, Kutxabank y Grupo Cajamar, con la duda de si Abanca podrá librarse.

La proposición de ley presentada por PSOE y Unidas Podemos, socios del Gobierno y susceptible de sufrir cambios en la tramitación parlamentaria, establece un tipo del 4,8% sobre el margen de los intereses y las comisiones generados en el negocio en España. Tendrán que hacer frente entidades con ingresos superiores a los 800 millones en 2012 para evitar las distorsiones de la situación creada por la pandemia, lo que deja dudas sobre la entidad gallega y exonera tanto a bancos extranjeros, como pequeños y a las fintech.

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