Redactor de Internacional. Aprendí a cubrir economía en Argentina, aunque mi pasión siempre ha estado en Reino Unido y EEUU, en las que me centro actualmente, porque si algo no son precisamente estos dos países es aburridos. Estudio sobre el bitcoin y el universo de ideas y fraudes que ha crecido alrededor en mis ratos libres.

Donald Trump lleva meses atacando e insultando al presidente de la Reforma Federal, Jerome Powell, por no recortar los tipos de interés "dos o tres puntos", lo que, en su opinión, reduciría los crecientes costes de la deuda pública. Por desgracia para él, el Tribunal Supremo decretó hace unas semanas que Trump solo puede cesar al presidente de la Fed por una "causa justificada", como irregularidades o delitos. Así que la Casa Blanca ha decidido atacar a Powell por esta vía: acusándole de una mala gestión por los sobrecostes de la reforma de la sede del banco central en Washington.

Reino Unido sigue dando pequeños pasos para deshacer algunos de los puntos del Brexit que más quebraderos de cabeza han dado al Gobierno británico. Hoy, el primer ministro, Keir Starmer, ha acordado con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, devolver a los inmigrantes que crucen irregularmente el Canal de la Mancha, a cambio de abrir una 'vía segura' para los solicitantes de asilo que no se arriesguen a ese viaje.

Las actas de la reunión del 17 y 18 de junio arrojan luz sobre el debate que tuvieron los miembros del Comité Federal del Mercado Abierto, un encuentro que reflejó una falta de consenso cada vez más grande en el seno del organismo. En él, los directivos apuntaron a la creciente posibilidad de que su peor escenario se haga realidad: que los aranceles impulsen la inflación a la vez que las deportaciones de trabajadores creen un agujero en el mercado laboral.

En EEUU, tener un coche es prácticamente una obligación para todos sus habitantes, y eso hace que los indicadores económicos relacionados con ellos sean una señal muy clara de qué está pasando en el país. Y las cifras de este miércoles han vuelto a disparar las alertas: el índice de precios de los coches usados, que ya predijo la crisis inflacionaria tras la pandemia, ha vuelto a repuntar con fuerza por culpa de los aranceles de Donald Trump.

La noche loca de Grok, la IA que Elon Musk está desarrollando, se ha cobrado la cabeza de la consejera delegada de X (antigua Twitter), Linda Yaccarino. Una ristra de mensajes nazis, en las que Grok se declaraba como "RoboHitler" y abogaba por cometer un nuevo Holocausto contra el pueblo judío, han acabado con la dimisión de la ejecutiva, mientras el jefe de producto de la compañía, Nikita Bier, alertaba de que los ingenieros de IA de la compañía "están construyendo el Anticristo".

Donald Trump ha mandado una advertencia para la UE: en "un par de días", Bruselas también recibirá una de las cartas que está enviando a los países del mundo para reimponer, uno a uno, los famosos aranceles del 'Día de la Liberación' de abril. El magnate ha insistido en una rueda de prensa en que las tasas que está imponiendo unilateralmente "ya son un acuerdo" en sí, y ha explicado que va a recuperar los aranceles que ya llevaron el pánico a los mercados en abril porque negociar con todo el mundo es "demasiado trabajo".

Si hay algo que parece claro es que las cartas a los líderes de Corea del Sur y Japón están escritas por el propio Donald Trump en persona. Desde la primera a la última línea reflejan su estilo, con mayúsculas aleatorias por todo el mensaje, y su pensamiento sobre aranceles y relaciones comerciales. Una combinación que deja muchas frases inesperadas, extrañas y sacadas de sus tuits a lo largo de la carta.

Las primeras 14 cartas con los aranceles que había prometido Donald Trump ya han llegado. Las dos primeras han sido para a Corea del Sur y a Japón, con aranceles del 25% para ambos países. Poco después, ha publicado otras 12, todos con niveles prácticamente idénticos a los del famoso 'Día de la Liberación' de abril. Estos aranceles entrarán en vigor a partir del 1 de agosto, un nuevo aplazamiento tras los tres meses iniciales, aunque dejan la puerta abierta a nuevas negociaciones "si [los países] cambian sus prácticas comerciales".

Una de las grandes promesas de Donald Trump era acabar con la inflación y bajar el precio de los productos básicos de consumo. Y cada vez que exige al presidente de la Fed, Jerome Powell, que baje los tipos de interés, Trump insiste en que "no hay inflación". Pero las barbacoas que la mayoría de familias de EEUU ha celebrado este pasado puente del 4 de julio han mostrado repuntes de precios muy fuertes en algunos de los alimentos más consumidos en estas fechas, como la ternera, la cerveza o los helados. Un golpe allí donde los ciudadanos más lo notan.

Desde hace décadas, la frase "made in China" se ha convertido en un habitual de cualquier teléfono móvil. Casi todas las grandes marcas de 'smartphones' del mundo confiaban en el gigante asiático para producir sus aparatos. Pero los aranceles de Donald Trump han dado un golpe histórico a este mercado: en cuestión de meses, las importaciones de teléfonos desde ese país se han hundido a niveles inimaginables hasta hace bien poco. Una situación que está reconfigurando la cadena de suministro de estos aparatos, y que amenaza con provocar problemas serios de abastecimiento en EEUU.