La pugna Nike-Adidas a menudo se ha tratado de un pulso desigual al que se ha impuesto pretendidamente un halo de simetría. La empresa estadounidense sigue siendo la gran dominadora del mercado, pero desde Alemania se decidió tomar cartas en el asunto con el objetivo de parar la sangría y revertir la dinámica en el corazón mismo de la compañía de Oregón. El proceso comenzó en 2014 y está teniendo éxito. Tanto es así que la pujanza de Adidas está provocando más de un temblor en el gigante norteamericano.La fecha clave es la del 17 de abril de 2014, hace justo cuatro años. Por aquel entonces, Mark King era nombrado presidente de Adidas para Norteamérica. Sus precedentes le avalaban: en el departamento de golf, había duplicado las ventas en 10 años. Pero lo que se le pedía en ese momento era otra cosa: meter un bocado a Nike en su propia casa, en EEUU. King aceptó el desafío y lo hizo sin tapujos.

A base de un buen fútbol, un excelente Adnan Januzaj y dos espléndidos brazos ejecutores (Willian José y Juanmi), la Real Sociedad borró del mapa al Atlético de Madrid, que no aprovechó los pinchazos de Barcelona y Real Madrid. La Liga se queda a tiro de una victoria para los culés (si ganan al Deportivo en semana y media) y el subcampeonato a tres puntos de los blancos. Al margen de la corta plantilla, del cansancio y de la Europa League en el horizonte, los de Simeone perpetraron un horrible partido y sufrieron las consecuencias.

Siete años después de su descenso a los infiernos, el Wolverhampton Wolves regresa a la Premier League. Uno de los 12 fundadores de la primigenia Football League vuelve a la máxima categoría de fútbol inglés, y con él, Guo Guangchang. El empresario chino, uno de los multimillonarios más ricos del país y del planeta (186 en la última lista Forbes), desembarca en una competición que, de reojo, ya mira a su escuadra. Por diferentes razones.

El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. O incluso tres. El Atlético de Madrid vio los dos primeros pinchazos de la semana (el K.O. del Barcelona y el 'uy' del Real Madrid) y sufrió el tercero en una ciudad, Lisboa, que no traga demasiado a los de Simeone, salvados por Jan Oblak y la bisoñez de un Sporting de Portugal que se llevó el partido (1-0) pero no el pase a semifinales de Europa League, en manos de un favorito que no estuvo a la altura y que pierde, aún no se sabe por cuánto tiempo, a Lucas Hernández y a Diego Costa. Los atrincherados, más atrincherados que nunca.