Director adjunto de elEconomista. Asesor del Fondo Tressis Cartera Eco30. Promotor del Eco10 y Eco30 Stoxx

El cuaderno de bitácora con el que arrancó el fondo de inversión asesorado por elEconomista no se cumple, pero roza los objetivos. Tressis Cartera Eco30 es una selección sistemática, por fundamentales, de valores internacionales de calidad con la idea de construir una cartera que logre una rentabilidad anualizada del 7%. El análisis, la selección, la paciencia y el interés compuesto deben permitir duplicar el patrimonio cada década. Y ese 7% y el interés compuesto son la fórmula para lograrlo. Esto es lo que está haciendo el índice Eco30 Stoxx, construido por elEconomista.es y customizado por la bolsa alemana, y base del Tressis Cartera Eco30, que en casi diez años logra un 112,5%.

Entrevista

Vidrala lleva años demostrando que el mercado sabe reconocer el valor que tiene una empresa que lidera el sector de la fabricación de vidrio en España y Reino Unido, que está comenzando a diversificar su negocio en otros complementarios y que está buscando crecer en otras geografías mientras vuelve a recuperar los márgenes previos al shock inflacionista del último año.

A medida que se cierra el año cada vez estoy más convencido de que vamos a asistir a un año excepcional que se estudiará en los libros de economía y que será fuente de muchas tesinas en el mundo de los mercados. El año en el que se produjo el eclipse total de inversión, en el que el inversor conservador perdió más que el agresivo. ¡La incongruencia de la propia definición de los conceptos clásicos de inversión! El contrasentido deja el saldo actual en el -7,6% de rentabilidad para el inversor conservador frente al -10,6% del agresivo a 25 sesiones de que cerremos el peor año para la deuda y un mal año de bolsa.

Una de las apreciaciones más alejadas al mercado que hemos tenido en el último año es comentar que hay inversores rentistas. En realidad hay inversores defensivos, que en su particular aceptación del riesgo, se consideran rentistas. Están acostumbrados a comprar fondos que cortan cupones de deuda y que hace que su patrimonio crezca sin sobresaltos año a año. Incluso hay verdaderos rentistas que son quienes con esta misma estrategia pagan todos sus gastos con lo generado por su alto capital acumulado.

Iberdrola ha reforzado esta semana su mejor carta de presentación bursátil, el híbrido perfecto entre crecimiento y dividendo. El mercado le exigía una mejora del beneficio bruto del 6% para no defraudar y, tras su día del inversor, pasa con nota al comprometer una mejora del 8%-10%. Esta previsión deja el dividendo esperable entre 0,55-0,58 euros por acción en 2025, con un suelo de 0,50 euros en 2025... 5% de rentabilidad bruta de remuneración después de una avalancha de inversiones y entrada de inversores en algunos de los proyectos más icónicos.

Aunque no haya ninguna confianza en que se produzca el esperado rally de fin de año en bolsa, la impresión de las últimas sesiones de mercado es que es mucho más factible que la renta variable apañe el desastre de fin de año a que lo haga la renta fija. A ocho semanas de que concluya el año, los inversores conservadores pierden el 10% frente al 15% de los agresivos. Y tengo la sospecha de que esta diferencia se va a estrechar. Podemos asistir a un fin de año tan dantesco en el que las mayores pérdidas históricas de la renta fija se acerquen a las de un muy mal año de las acciones.