Bolsa, mercados y cotizaciones

Días de decisiones en el eclipse total de mercado

A medida que se cierra el año cada vez estoy más convencido de que vamos a asistir a un año excepcional que se estudiará en los libros de economía y que será fuente de muchas tesinas en el mundo de los mercados. El año en el que se produjo el eclipse total de inversión, en el que el inversor conservador perdió más que el agresivo. ¡La incongruencia de la propia definición de los conceptos clásicos de inversión! El contrasentido deja el saldo actual en el -7,6% de rentabilidad para el inversor conservador frente al -10,6% del agresivo a 25 sesiones de que cerremos el peor año para la deuda y un mal año de bolsa.

Esto ya es historia, y como la prensa es el primer borrador de la historia estamos orgullosos de que se haya anticipado y contado en elEconomista.es. Ahora queda discernir entre lo que ha pasado y las oportunidades que deja el futuro. La semana pasada recalcaba el retorno del inversor rentista, con la facilidad de poder construir carteras de renta fija que ofrezcan expectativas de rentabilidad del 4%/5%, sin excesivos riesgos. Suficiente para compensar la inflación (recordemos que el BCE la sitúa en el 5,5% el año que viene). Insuficiente para generar rentabilidad.

La renta variable sigue siendo la verdadera alternativa de encontrar rentabilidad suficiente a medio plazo. La lectura simplista dirá que como todo los años: un 10% de rentabilidad. La inversa del multiplicador de los beneficios deja la expectativa de revalorizaciones para el mercado americano en el 6% y para la bolsa europea en el 8,5%. Suficientes para duplicar la inversión en una década como consecuencia la magia del interés compuesto del 7% anualizado y de la regla de oro: la inversión es un juego de largo plazo. Y, si me permiten, como el fútbol: de fallos, quien menos comete, cumple sus objetivos, donde la gestión del riesgo es como la maña a la fuerza.

El objetivo del 7% que considero la columna vertebral del objetivo de inversión de largo plazo está al alcance de la mano de los índices. Pero el momento actual es mucho más favorable para la gestión activa, que ofrece la posibilidad de construir carteras con potenciales de revalorización muy superiores. Tressis Cartera Eco30 -el fondo de ideas de inversión internacionales de calidad asesorado por elEconomista.es-, que precisamente se construyó con la idea de lograr una rentabilidad anualizada del 7%, sigue generando una expectativa de revalorización por la inversa del multiplicador de beneficios muy superior a la media de sus cuatro años de vida, del 9,75%.

Las expectativas, como los sueños, generan suspiros. Lo importante son los hechos, los resultados, porque no estamos aquí para tener razón con nuestras ideas de inversión. Estamos aquí para generar rentabilidad. En cuatros año del mercado más complicado que he vivido, el 6,5% anualizado. El cuaderno de bitácora no se cumple, pero se acerca mucho a los objetivos.

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