Cayetano Rivera no levanta cabeza desde que en la madrugada de este pasado lunes fuera detenido por, presuntamente, alterar el orden público y por resistencia a la autoridad. El torero se encontraba en una hamburguesería del centro de Madrid con unos amigos cuando, tras enfrentarse a las empleadas del establecimiento, la Policía procedió a detenerle alrededor de las tres de mañana. Unas horas después, suspendió la corrida que tenía en Burgos tras acudir a un hospital para que le certificaran el parte de lesiones, ya que contaba con varias heridas en el rostro. "Está muy mal psicológicamente", ha avanzado este martes su primo, Canales Rivera.