El Festival de Cannes ha dejado claro, una vez más, que el cine no solo es arte, sino también trinchera política. En una gala de inauguración marcada por los discursos comprometidos y las denuncias sociales, la figura de Robert de Niro brilló con fuerza. Invitado de honor del certamen, el legendario actor neoyorquino lanzó una contundente crítica contra las políticas de Donald Trump, especialmente en lo referente al reciente anuncio de un arancel del 100 % a las películas extranjeras.