La Gaviota, la casa que perteneció durante un año a Encarna Sánchez y que ha sido testigo de los momentos más importantes de Antonio Banderas en las tres últimas décadas, ha sido derruida tras más de una década de litigios legales. Sin embargo, el protagonista de La piel que habito o Dolor y Gloria le dará una segunda vida al terreno, hasta el punto de que en sus planes ya está levantar los muros de una impresionante mansión que reencarnará el espíritu de la primera.